Como en casi todas las previas a períodos eleccionarios, diferentes sectores arrancan con presiones y especulaciones sobre el tipo de cambio y la posibilidad de devaluación. En este caso, el campo mantiene la tradición en este 2021 de elecciones legislativas, y ya empezó a guardar granos a la espera de mejores precios del dólar. Todo en el marco de precios internacionales de los commodities agropecuarios en niveles históricos y grandes rindes de cosechas récord. 

Según cifras del sector a las accedió Página I12, el volumen de venta de soja en las primeras tres semanas del mes de julio fue un 50 por ciento inferior a los números de comercialización de la oleaginosa en mayo y junio. Así, las cosas, el nivel de retención de este grano en silobolsas supone alrededor de 9 mil millones de dólares en manos de los productores. Además, a esta altura del año pasado, con valores menos competitivos, los productores habían vendido, en promedio, un 20 por ciento más.

Yendo a las cifras, en las primeras tres semanas del mes de Julio, se habían vendido en el promedio semanal unas 340 mil toneladas de soja. En junio, en tanto, el promedio había sido de 500 mil toneladas; mientras que en Mayo, el nivel de comercialización había llegado a las 700 mil toneladas. Esos números dejan al descubierto que, en un año de elecciones, ya venden la mitad de lo que tenían vendido dos meses atrás. Concretamente, hay en manos de productores 23 millones de toneladas de soja y 6 millones de maíz, por un valor que se estima en 9 mil millones de dólares.

Esta situación, naturalmente, conlleva una especulación por un dólar más caro y, además, pega de lleno en dos frentes de conflicto para la economía: las menores ventas les dan a los exportadores un nivel de compra acotada del producto para exportar, ergo, reducen ventas externas y al país ingresan menos divisas. Todo en un escenario en el que factores externos, como la bajante del río Paraná, terminará impactando en precios.

En la otra esquina, los productores de maíz están manteniendo ventas récord, reflejando qué porción está más volcada a especular. En el bimestre abril-mayo, hubo un aumento de 4731 millones de toneladas, un 166 por ciento más si se mide contra igual período del año anterior. Además, en las tres primeras semanas de mayo, los productores comercializaron el récord de 5,2 millones de toneladas. Ese mes hubo, además, un récord histórico en la semana del 5 de mayo. 

Este escenario de especulación se da en un momento de ventas récord que se tradujo en un flujo de dólares inédito, derivado de los barcos exportadoras que compran a productores y venden al exterior. Según cifras de las Bolsa de Comercio de Rosario, la agroexportación tuvo, en los primeros siete meses del año, un ingreso de 20.179.456.901 de dólares. Además, el número de julio es récord para toda la serie histórica. 

Ese ingreso de dólares de los primeros siete meses supone una suba del 73,9 por ciento contra igual período del año anterior y aún más: es la marca más alta desde comienzos de siglo. Para el Gobierno, el empeñon de divisas ayudó a la estabilidad cambiaria y, además, le otorgó al Banco Central (BCRA), un respaldo importante para salir a intervenir para corregir la divisa, en el caso de desbordes naturales en tiempos de campaña política.