El palista Rubén Rézola, que finalizó su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ubicado en el puesto 15 de su especialidad, K1 200 metros, apuntó contra la Federación Argentina de Canotaje (FAC) por las condiciones y la falta de apoyo en su preparación.

“Me gustaría que algunas cuestiones federativas mejoraran, sobre todo en contemplar la salud mental. Me quitaron la beca por unos cuatro o cinco meses porque no pude asistir a una concentración, pero mentalmente no estaba preparado para concentrarme lejos de casa", comentó Rézola, quien terminó penúltimo en la final B, por la definición de los puestos 9 a 16 de la competencia.

“Tuve hasta que trabajar para pagar mi alquiler y gastos. Mi vieja, mi novia y mi familia tuvieron que ayudarme”, agregó el palista. Luego remarcó que espera que su caso siente un precedente a futuro: "Qué nunca más le falten el respeto a un atleta de alto rendimiento. La federación debería cambiar su reglamento porque cada atleta debe poder elegir con quién entrenarse”. 

En Tokio 2020, Rézola completó su tercer Juego Olímpico, luego de participación en Londres 2012 en K2 200 junto a Miguel Correa (quinto puesto y diploma olímpico) y Río de Janeiro 2016 (octavo en la final B de K1 200).