Tras conocerse la noticia de la salida de Messi, los medios españoles señalaron que el fracaso de la llegada del defensor argentino, Cristian “Cuti” Romero, pedido expresamente por el Diez, fue otro factor que bloqueó las negociaciones entre Jorge Messi y la directiva, además de la batalla legal con La Liga Española por el Fair Play financiero.

Condicionado por la normativa local, Barcelona realizó un tibio intento por contratar al marcador central del Atalanta, elegido como el mejor defensor de la Serie A de Italia la temporada pasada, y compañero de Messi durante la última Copa América.

En principio, el club catalán propuso un préstamo y luego, negada esa posibilidad, realizó una oferta de 40 millones de euros más 10 adicionales. Pero Atalanta parece que ya encontró mejor comprador: el Tottenham Hotspur de Inglaterra está a un paso de incorporar al defensor.

La frustrada contratación del cordobés se vincula también con una exigencia superior de Messi al momento de renovar: la conformación de un equipo competitivo para pelear campeonatos durante las próximas temporadas.

El límite salarial impuesto por La Liga al club atentó contra esa posibilidad, al margen de que la intención del presidente Joan Laporta fue corresponder a ese deseo con la llegada de futbolistas de élite como Sergio "Kun" Agüero, íntimo amigo de Messi, y el neerlandés Memphis Depay.