“Algo que no existía, comienza a ser nombrado. Algo que ya existía, quiere nombrarse de otro modo”. La frase de la escritora cordobesa María Teresa Andruetto podría funcionar como el mejor epígrafe de la editorial Mingeneros, una iniciativa del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MMGyD), un paso más en las luchas históricas de los movimientos feministas para poner en el centro de la agenda pública el reconocimiento de los derechos de las mujeres, lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex, no binaries y otras identidades y orientaciones sexuales (LGBTI+). Este nuevo sello fue presentado en el CCK por la ministra Elizabeth Gómez Alcorta, el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, la socióloga María Pía López, la escritora y periodista Ingrid Beck y SaSa Testa, entre otres invitades.

La nueva editorial Mingeneros es una usina de construcción colectiva de conocimiento sobre temáticas de género y diversidad a través de contenidos accesibles, cercanos y disponibles para todes. El catálogo se propone interpelar las subjetividades, transformar los sentidos e imaginarios para crear las condiciones necesarias para vivir en sociedades más justas, igualitarias y libres de violencias de género. La editorial se despliega en seis colecciones que reúnen las publicaciones producidas por el MMGyD (XZY, XZY+, Recursos para la acción, Ley Micaela, Sala de ensayo y Descifrar) y, en simultáneo, lanzará también producciones diversas que amplificarán las voces y miradas de distintas áreas de interés a través de escritorxs, investigadorxs, artistas y personalidades de la cultura y la academia. Todos los libros publicados serán traducidos a las diversas lenguas indígenas habladas en el país. Durante la presentación de la editorial, la socióloga y escritora María Pía López señaló que el esfuerzo de un ministerio en sus intervenciones “es producir instancias de transmisión, de comprensión y de traducción, porque finalmente lo que hacemos desde las instituciones también es traducir”.

“Ese lugar de traducción y de mixturas es el esfuerzo que hacemos desde los feminismos, a sabiendas que también es un campo de interpretación y de construcción conceptual muy móvil: todo lo que sabemos hoy está en discusión; a diferencia de otros momentos, lo que llamamos libro no es algo que está consolidado y cristalizado, sino que los libros son parte de un proceso de construcción de una conversación colectiva acerca de los temas que nos desvelan -planteó López-. Sabemos que no habrá acción ni libros desde este ministerio que no implique un conjunto de controversias y esa controversia es decisiva y necesaria”. SaSa Testa, magíster en Estudios y Políticas de Género y docente, comentó que como profesor de latín le vino a la mente la frase verba volant scripta manent, que significa “las palabras vuelan, pero escritas permanecen”. Mingeneros se propone “repensar la sociedad en el horizonte de la justicia social en perspectiva transfemenista”.

La justicia social, para SaSa Testa, refiere también a las acciones que buscan diputarle sentidos al canon bibliográfico que la tradición hetero cis patriarcal ha sabido concebir. Desde la primera ola feminista hasta la inclusión de las obras producidas por personas trans, travestis y no binaries, la pugna por el canon continúa. Mingeneros representa una oportunidad para la transformación social en materia de educación con perspectiva de género. “En tiempos en que el uso del lenguaje inclusivo se encuentra bajo la disputa de ciertos sectores opositores, la decisión política de esta editorial muestra la firme convicción de producir enunciados tendientes al reconocimiento de todas las identidades. Este proyecto construye discursos para todes y dialoga con nosotres”, concluyó SaSa Testa.

Ingrid Beck advirtió sobre los cuestionamientos que pueden formular, del tipo ¿les parece urgente en este momento del país lanzar un sello editorial? “La desigualdad es estructural y es urgente disputar también los sentidos. Este sello es una gran herramienta para dar esa pelea. Estamos construyendo una memoria feminista y acá hay algunos ladrillos”, afirmó Beck y citó un pequeño fragmento de Quipu. Nudos para una narración feminista, de María Pía López, que condensa el objetivo de Mingeneros: “Le estamos sacando a la mesa del patriarcado los libros que pusieron debajo de una de las patas para equilibrar. Y mientras los leemos y los compartimos la mesa se va inclinando”.