"Fue un momento de máxima tensión. Sentíamos que se atentaba contra las instituciones democráticas de la provincia. En particular, temíamos por la vida de jueces, de magistrados, de personas", describió Maximiliano Pullaro, quien era ministro de Seguridad provincial cuando ocurrieron las balaceras contra objetivos judiciales, en 2018, durante la gestión de Miguel Lifschitz. 

El actual diputado provincial dijo que "cuando comenzó la seguidilla (de ataques), fueron reiterados y sobre diferentes edificios. Estábamos en momentos de mucha tensión entre los poderes, eran momentos muy duros, hasta que se logró dar con quienes entendimos que eran los responsables". Y recordó que desde el Poder Judicial se les pedía por cuidados.

También mencionó la "cantidad de recursos operativos, logísticos, económicos", en relación con "custodias sobre magistrados y fiscales; custodias de unos 20 domicilios, de traslados", enumeró; y mencionó que eran "6 o 7 millones que se invertía por mes para garantizar la seguridad". En ese sentido, agregó que "lo intentábamos hacer con recursos extraordinarios, no sacar recursos operativos, teníamos unos 160 móviles en calle, 150 hombres en diferentes turnos".  

La declaración se dio en el marco del juicio que se sigue a Ariel "Guille" Cantero y otras seis personas imputadas por una serie de balaceras a objetivos judiciales, perpetradas entre mayo y agosto de 2018.

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