Luiz Inacio Lula da Silva presentó ayer un habeas corpus para postergar su declaración que está prevista para mañana ante el juez Sergio Moro en los tribunales de Curitiba, estado de Paraná. Con esta medida, el ex presidente busca ganar tiempo para analizar 100.000 páginas que fueron agregadas al expediente por la fiscalía en la causa Lava Jato. En un comunicado, los abogados del mandatario informaron que habían pedido al tribunal regional de Porto Alegre, la instancia inmediatamente superior al juez Moro, aplazar la declaración debido a que el 2 de mayo recibieron archivos digitales con 5,4 gigabytes. La previa de la presentación de Lula ante Moro se vistió de comedia en los últimos días. Con aires de estrella, el magistrado rompió el silencio poco antes de la comparecencia del líder del Partido de los Trabajadores (PT). “No va a pasar nada diferente o anormal ese día”, aseguró Moro el fin de semana en un mensaje de video colgado en una cuenta de Facebook que lleva su nombre y es administrada por su esposa. El juez pidió luego a los ciudadanos que no acudan a su tribunal en Curitiba para mostrar su apoyo a “Lava Jato”, la investigación que tiene en jaque a la clase política brasileña desde 2014.

Precisamente, el pedido interpuesto por los abogados de Lula tiene lugar en medio de una polémica que avivan la justicia paranaense y el ex presidente, procesado en la Operación anti-corrupción Lava Jato y a quien Moro le negó la posibilidad de que su equipo de prensa filmara su declaración con el argumento de que la imagen sería usada políticamente. Los abogados de Lula denunciaron la decisión del juez ante la Orden de Abogados de Brasil (OAB). Luego, se quejaron de que la fiscalía les entregó pruebas de documentos de Petrobras en archivos digitales el 2 de mayo, algo que, según ellos, no garantiza el derecho a la amplia defensa.

También le pidieron al tribunal de alzada anular la investigación por considerarla un sin sentido jurídico. Lula está procesado en cinco causas, pero la de mañana fue abierta luego de un hallanamiento en un departamento en la ciudad balnearia de Guarujá, construcción que según la fiscalía la constructora OAS le cedió como coima en agradecimiento por contratos obtenidos en Petrobras. En este sentido, los fiscales dicen que tres contratos de OAS con la petrolera estatal durante el gobierno de Lula fueron fraudulentos y compensados con una departamento entregado al presidente. Sin embargo, el departamento en cuestión está a nombre de la empresa constructora y nunca fue usado por Lula.

El ex presidente brasileño no enfrenta esta etapa judicial en soledad. Los movimientos sociales comenzaron ayer a marchar desde distintas regiones del país convocados por el Frente Brasil Popoular y el PT y preparan dos jornadas de actos para hoy y mañana en Curitiba para acompañar a Lula, quien dice ser perseguido por la Operación Lava Jato y el juez Moro.

El Movimiento Sin Tierra (MST) anunció el envío de 20.000 campesinos a Curitiba para apoyar al líder de los trabajadores. La policía de Curitiba montó un operativo inédito con el cierre de calles en torno a la Avenida Anita Garibaldi, donde está ubicado el edificio de la Justicia Federal.  Además, una magistrada vetó los campamentos en los que los seguidores de Lula pensaban pasar la noche.