"Estamos en una etapa distinta donde no se oculta absolutamente nada. Durante muchos años se minimizaron estas cosas, se permitieron, se dejaron pasar, y si hay algo que queremos cambiar los santafesinos es esto, salir a enfrentar estar situación, dejar claro que no hay impunidad ni privilegios para nadie en Santa Fe", señaló ayer el gobernador Omar Perotti tras los homicidios de los últimos días en Rosario (ver página/4). El mandatario consideró que "estas situaciones son las que aparecen porque los juicios avanzan, los testigos declaran y las posibilidad de que alguien termine preso es una realidad concreta". Perotti reconoció que falta avanzar en la prevención, anticipar los delitos con más agentes en la calle y disponer de más tecnología. "Se pelea con armas débiles frente a bandas que dejaron de ser bandas por la permisividad y pasaron a ser organizaciones criminales", agregó el gobernador. En ese sentido, se refirió al pedido permanente de ayuda al gobierno nacional para enfrentar la problemática: "Es un núcleo minoritario que al no ser combatido de entrada desde hace muchos años ha ido creciendo y hoy  necesitamos ayuda para combatirlo".

En una entrevista con Aire de Santa Fe, el gobernador Perotti se refirió a la situación que está viviendo Rosario, que contabilizaba seis crímenes en 24 horas, entre ellos al testigo de una causa contra el jefe narco detenido Esteban Lindor Alvarado. Horas más tarde, acribillaban al cadete de una rotisería en Pellegrini al 5600. "Lo que en su momento eran bandas, hoy son organizaciones criminales en las cuales miembros y ex miembros se disputan, se enfrentan de esta manera, generando acciones para amedrentar, para generar temor porque los procesos avanzan, nadie para nada, nadie frena nada", dijo el mandatario al hacer un análisis sobre la inseguridad en la ciudad.

Según el gobernador, "estas situaciones son las que aparecen, preocupaciones porque los juicios avanzan, los testigos declaran y las posibilidad de que alguien termine preso es una realidad concreta. No solamente con los delincuentes si no también con los integrantes de en su momento lugares importantes de la institución policial. Esta situación sacude, conmueve, también trasciende. Y muchas veces se tapaba para que no se hablara. La peor forma de resolver algo es querer esconderlo, barrer debajo de la alfombra. La escoba tiene que servir para sacar toda la basura y no para esconderla". 

Perotti planteó que será un proceso que va a llevar tiempo porque  "alimentó durante muchos años, con la mirada para otro lado, cierta instancia de impunidad. Parecía que todos los exjefes de la Policía se iban premiados o condecorados, con la institución policial cada vez más degradada, la seguridad cada vez más devaluada y con menor aprobación de la gente. Hoy esos jefes están procesados o presos. En la mayoría de los hechos estamos actuando y esclareciéndolos rápidamente". 

Por otra parte, dijo: "Nos falta lo que más nos molesta y duele en el día a día, estas cosas se tienen que esclarecer para que no haya impunidad, y el deseo es que no pasen. Hay que anticiparse, y para eso hay que tener mayor prevención y para eso se necesitan los tiempos para tener más agentes en la calle, más tecnología a disposición para tener más equipamiento, y un compromiso creciente que vamos viendo de la institución policial en todos los frentes". 

El jefe de la Casa Gris sostuvo que esa situación lo lleva a plantearle permanentemente a los funcionarios nacionales más ayuda, para que se tome real dimensión de lo que se está enfrentando. "Siempre nos gusta que nos escuchen más, más colaboración y más atención. De las fuerzas federales que había se sumaron 300 y ahora otras 160. Necesitamos tener una presencia nacional aquí de otra manera. El mismo Presidente cuando estuvo en Rosario lo ha dicho con firmeza: Argentina no puede permitir que estas cosas pasen, este es un problema de dimensión nacional que ocurre en una parte de nuestro territorio", expresó.