El ahora ex jefe de la Policía Bonaerense, Pablo Bressi, había sido denunciado a mediados del año pasado por la artífice de la alianza gobernante, la diputada Elisa Carrió, quien le había enviado una carta a la gobernadora María Eugenia Vidal denunciado los supuestos vínculos del renunciante con grupos narcos en la provincia.

A aquella denuncia se había agregado otra, en febrero de este mismo año, hecha por  el ex superintendente de Seguridad de Mar del Plata, Marcelo Di Pasqua, quien en su presentación ante la Fiscalía 6 de La Plata lo había acusado de “encubrimiento, omisión funcional de perseguir una organización delictiva vinculada con el narcotráfico, incumplimiento a los deberes del funcionario público” y “abuso de autoridad”.

Según Di Pasqua, Bressi, a quien sucederá Fabián Perroni, había intervenido “directamente y a través de funcionarios subordinados en acciones directas encaminadas a desviar, encubrir y entorpecer investigaciones que estaban relacionadas con el narcotráfico”.

Carrió, por su parte, siempre sostuvo que "Bressi trasladó una forma de trabajo que ya venía implementando desde su época como superintendente de Drogas Ilícitas de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y que consistía en arreglar con grandes narcos para liberar zonas de venta, a cambio de una suma de dinero estipulada". En la misma carta enviada a Vidal, Carrió, quien hace poco confirmó que sería candidata de Cambiemos en la Ciudad de Buenos Aires y no en la Provincia, porque la gobernadora “no la quería en su distrito”, advirtió que no tenía dudas que el “receptor final de los famosos sobres y bolsos con dinero” (que se siguieron entregando desde el 10 de diciembre de 2015, “no puede ser otro que Bressi"

Carta de renuncia del ex jefe de la Bonaerense