Luego de la suspensión del clásico con Argentina, el único rival que parece capaz de doblegarlo en unas Eliminatorias en las que se ha convertido en una máquina de ganar, el Brasil de Tité sigue devorando rivales: esta vez, con goles de Everton Ribeiro y Neymar, superó por 2-0 al Perú conducido por el argentino Ricardo Gareca, para seguir su escalada en la clasificación rumbo al Mundial de Qatar.

Brasil dejó atrás el episodio ocurrido en el Arena Corinthians casi tan rápido como el equipo argentino. Si Lionel Messi convirtió el 1-0 para la Selección a los 13 minutos del primer tiempo en el Monumental, la Canarinha hizo lo suyo solo un minuto después de su tiempo inicial en el Arena Pernambuco.

Aunque el gol no lo hizo el del 10 en la espalda, como en Núñez, sí fue Neymar quien enhebró la jugada del 1-0. El crack del PSG, flamante compañero del rosarino en la liga francesa, le robó el balón al peruano Anderson Santamaría en una disputa polémica, que sin embargo Wilmar Roldán no juzgó como infracción. Tras la recuperación, tiró un centro que capturó Everton Ribeiro para marcar su gol.

Neymar volvió a ganarle el duelo a Santamaría 15 minutos después: el defensor peruano lo retuvo cuando se escapaba, hasta agarrándolo de la camiseta, para terminar recibiendo la primera amarilla del partido. Y apenas diez después, otra vez el de Brasil superó al de Perú, en un duelo que se reeditaba una y otra vez y ya era metáfora del partido, con escenas más individualizadas o colectivas pero siempre con final feliz para los de la casaca verdeamarelha.

A los 39, el del PSG venció otra vez en la pulseada despachándose con su gol, para ampliar la ventaja a favor del líder absoluto de las Eliminatorias, que cerró la triple fecha con 24 puntos. El 2-0 comenzó con una triangulación por derecha entre Gabigol y Danilo y derivó en una segunda jugada peligrosa que despejó infructuosamente Santamaría, para que llegara Neymar a aprovechar el rechazo.

Gareca sacó al defensor del Atlas para el segundo tiempo y finalizó la secuencia ante el 10 del Scratch. Y aunque los dirigidos por el argentino se animaron ante Weverton en los últimos 45, la ventaja ya era demasiada para Perú, otro verdugo de un Brasil arrollador que se fue de la triple fecha ganador como siempre, pero también habitado por la desazón sobre el clásico sudamericano que no pudo ser.