El dólar cerró ayer a 15,86 por ciento, con una suba de 14 centavos respecto del lunes y acumula un alza de 20 centavos en relación con el viernes. El Banco Central volvió a intervenir en el mercado cambiario comprando 100 millones de dólares y tirando para arriba el precio del tipo de cambio. La entidad asegura que la decisión de adquirir divisas es parte de un programa “más agresivo” para acumular reservas internacionales. La estrategia sería alcanzar niveles similares a los de Chile, que tiene reservas por un monto equivalentes al 15 por ciento del PBI. La cifra de la Argentina es de alrededor del 10 por ciento. 

El titular del Central, Federico Sturzenegger, anunció hace unas pocas semanas que avanzaría con este nuevo esquema y argumentó que esto permitirá reducir la tasa de interés que paga el país por emitir deuda externa. El argumento es que el 15 por ciento del PBI en reservas es un requisito clave para avanzar hacia un condición de investment grade y darle confianza a los capitales internacionales para invertir. 

Fuentes a las que accedió este diario aseguran que el lanzamiento de la medida fue improvisado, al igual que los argumentos de por qué se hizo. Nunca había sido parte de los planes del directorio y respondió a un llamado del poder ejecutivo, que le pidió al Central ponerle un piso al tipo de cambio. El directorio del Central había afirmado desde el comienzo de su gestión que el precio del dólar debía fijarse por oferta y demanda del sector privado, es decir sin intervención de la entidad en la plaza cambiaria. Pero, de un día para el otro, decidió anunciar un cambio de estrategia y empezó a comprar divisas a un ritmo de 100 dólares diarios, alterando la cotización del mercado. Estos cambios de rumbo ante pedidos directos de la Casa Rosada afectan la confianza en la autoridad monetaria. 

El programa de metas de inflación que decidió aplicar el Central a partir del año pasado requiere credibilidad, un elemento que no está garantizado con este tipo de anuncios improvisados. La independencia entre la autoridad monetaria y el Gobierno es otro punto que la autoridad monetaria no garantiza.