El stock de la deuda externa bruta a valor nominal sumó a fines de junio 269.158 millones de dólares y marcó un retroceso respecto de los 270.825 millones de igual período de 2020. Esto implica una disminución de la deuda de 324 millones de dólares. Así lo informó este jueves el Indec. A su vez, la balanza de pagos cerró con un superávit de 2763 millones de dólares en el segundo trimestre de 2021. Se había ubicado en 2824 millones el año previo.

El Indec ofreció precisiones respecto de los menores niveles de endeudamiento bruto. En el último informe de balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa se indicó que el último año bajó más de 300 millones de dólares y que el 66 por ciento del stock total se encuentra denominado en dólares estadounidenses. Además, el 5 por ciento está denominado en euros, el 29 por ciento están en otras divisas.

El documento del centro de estadísticas indicó que el récord de deuda externa del Gobierno en los últimos años se alcanzó entre 2018 y 2019 y a partir de ese momento comenzó un proceso gradual de reducción. 

El Indec mencionó que “la reducción de la deuda (en el segundo trimestres de 2020 respecto del mismo período del año pasado) se explica principalmente por un menor registro de deuda del Gobierno general por unos 1054 millones de dólares. Esto fue debido fundamentalmente a amortizaciones de instrumentos de corto plazo y transacciones de instrumentos financieros en el mercado secundario y de Otras sociedades financieras”.

Se agregó, no obstante, que ese retroceso fue “parcialmente compensado por incrementos en los niveles de deuda registrados por las Sociedades captadoras de depósitos por 424 millones de dólares y por el sector integrado por las Sociedades no financieras, hogares e Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares”. A su vez, el stock de deuda externa a valor nominal del Banco Central también subió en 310 millones.

Cuenta corriente

En los últimos trimestres el equipo económico logró consolidar el superávit de cuenta corriente que en el macrismo se había ubicado en niveles fuertemente deficitarios. En algunos trimestres de 2017 y 2018 llegaron a perderse casi 8000 millones de dólares por esta vía.

Esta situación se explicó por una política de apertura irrestricta de importaciones y desincentivos para acompañar la producción y sustitución de importaciones locales. También por una fuerte fuga de divisas por la vía de turismo (que se computa dentro de la cuenta corriente como servicios). A contramano de esta tendencia, en el segundo trimestre de este año el resultado de la cuenta corriente fue superavitario por más de 2700 millones de dólares. Esto se explicó por el ingreso neto registrado en la balanza de bienes y servicios por 4485 millones de dólares. La situación fue clave para aumentar las reservas internacionales en 2403 millones.

Inversiones

La inversión directa – registrada en la cuenta financiera- registró un ingreso neto de capitales de 1033 millones de dólares en el segundo trimestre, lo que implica una diferencia interanual negativa de 1392 millones con el dato registrado en el mismo trimestre del año anterior.

La adquisición neta de activos financieros de inversión directa se estimó en 345 millones, explicada principalmente por participaciones de capital y en fondos de inversión por parte de Otros sectores. A su vez, la emisión neta de pasivos externos por inversión directa se estimó en 1378 millones, debido principalmente a participaciones de capital y participaciones en fondos de inversión, tanto de Sociedades captadoras de depósitos como de Otros sectores, con una fuerte incidencia de utilidades y dividendos reinvertidos.