El ejercicio que se proponen cerca de Alberto Fernández para encarar la semana que se viene es borrar del calendario los días de interna a cielo abierto que el Frente de Todos vivió después de la caída electoral en la PASO del 12 de septiembre y retomar el conteo el viernes entrada la noche, cuando el Presidente dispuso siete cambios en su gabinete. En otras palabras, lo pasado pisado y mirar al futuro a los ojos. PáginaI12 pudo saber que de momento no se esperan más cambios de ministros, que el Gobierno continuará con las medidas que tenía programadas tras lanzar las primarias, que esas medidas se darán a conocer de forma escalonada, pero rápidamente y que buscarán llegar a los sectores con más dificultades económicas. Mediará, claro, la jura de los nuevos integrantes del elenco oficial del Gobierno prevista para las 16 horas, cuando el primer mandatario haya regresado de la Rioja, donde este sábado reunió a varios gobernadores en una foto para asegurarse su respaldo. Allí se quedó el domingo descansando.
"Las medidas se van a tomar escalonadamente, para que haya un shock de consumo entre los sectores más postergados y de momento no se esperan más cambios en el Gabinete", dijo a este diario una fuente de Presidencia.
Cerca del primer mandatario insisten en que esas medidas ya estaban pensadas antes de la derrota y no se producen por los mensajes cruzados y gestos que hubo entre las vigas maestras del Frente de Todos, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández. Acaso ya no importe. Lo sustancial es la velocidad y la precisión que puedan causar esos anuncios de cara a un electorado propio que no fue a votar en una proporción inquietante y también en el electorado otro oscilante que se volcó a otras fuerzas políticas.
Este domingo, el Presidente descansa en La Rioja, pero le espera una semana intensa. Además de la jura de los nuevos ministros, prevista para este lunes a las 16 horas, les tiene que dar los últimos toques a los anuncios que hará haciendo según le parezca pertinente. El que ya hizo un adelanto fue Aníbal Fernández: el designado ministro de Seguridad dijo que mantendrá en sus puestos a las cúpulas de las cuatro fuerzas de seguridad.
Las medidas que prepara Alberto Fernández
Aunque nadie quiere dar datos concretos acerca de las medidas para no anular el efecto sorpresa, los trascendidos del entorno presidencial llevan a pensar que entre los grupos priorizados están los jubilados que cobran el haber mínimo, quienes perciben la Asignación Universal por Hijo, los beneficiarios de la Tarjeta Alimentar y otorgar alguna clase de ayuda como créditos blandos para los sectores que están en la economía informal. También piensan en apuntar a un nuevo aumento del mínimo no imponible de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. Lo que todos admiten por estas horas es la dificultad de calibrar la magnitud de estas medidas sin que se descalabre la macroeconomía, una tarea nada sencilla.
Como el fenómeno de los trabajadores asalariados pobres también es motivo de preocupación, no sorprendería que haya novedades que excedan el aumento previsto del salario mínimo vital y móvil ya anunciado (se habla de un incremento del 53 por ciento de diciembre a diciembre) así como asistencia focalizada a los grupos que más perdieron en la pandemia, como los gastronómicos.
La otra agenda del Presidente
Además de tomarles jura a los nuevos ministros e ir haciendo los anuncios económicos, Alberto Fernández tiene previsto inaugurar esta semana la Facultad de Medicina de la Universidad de José C. Paz y tiene programadas actividades en el Gran Buenos Aires y en las provincias, para seguir teniendo presencia en el territorio, costumbre que, nobleza obliga, no es una novedad que se haya impuesto luego de la derrota.
Miradas de las PASO
El flamante nominado ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, dijo este domingo que el Presidente le pidió promover "una ciencia más articulada a las necesidades que tiene el país", mientras que en su área "está todo el mundo con las pilas cargadas para salir a trabajar mañana", una vez que se concreten las asunciones formales de los nuevos funcionarios. Sobre la derrota del Frente de Todos en las PASO, Filmus reconoció que no lo esperaba "de ninguna manera, y menos por esta magnitud". Aunque luego matizó: "Yo era de los que decía que iba a ser muy peleado".
Por su parte, la senadora senadora del Frente de Todos, Juliana Di Tullio, declaró en AM 750 que "lo que el pueblo necesita es tener plata en el bolsillo, que le alcance, que le den su salario, que cumplamos las promesas que le hicimos al pueblo". Di Tullio es la senadora más cercana a la vicepresidenta Cristina Kirchner. "Yo soy peronista. Mi jefa de política es Cristina. Mi última jefa de política porque después de ella es muy difícil tener otro jefe político", resaltó.
El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, aseguró que el sábado tuvo una "muy buena reunión" con el presidente Alberto Fernández y otros gobernadores en La Rioja y detalló que se analizaron "estrategias de descentralización de políticas públicas" y de cómo avanzar hacia un "shock redistributivo", a partir de la certeza de que "se están recuperando muy bien los índices en materia económica". "Es muy bueno tener una coalición que debate con pasión y contundencia", afirmó Capitanich, en diálogo con Radio 10, en una entrevista en la que pidió "dejar de repetir los marcos mentales de la oposición". Para el gobernador chaqueño, "si hay reactivación económica, pero sin un shock redistributivo, lo único que se logra es una mayor concentración económica y eso afecta directamente al pueblo argentino".
Restañar las heridas
La tarea que el Frente de Todos tiene por delante es doble: convencer al electorado de que la coalición es la mejor opción de cara a noviembre y lograr limar las asperezas que se generaron entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner después de los dimes y diretes públicos que intercambiaron a través de gestos, notas y cartas los cuatro días después de la derrota electoral. Porque lo personal es político y lo político es personal, aunque lo último esté menos dicho.
Es dable pensar que si las cosas mejoran de cara a noviembre, las aguas se tranquilicen en el el seno de la alianza gobernante. Les Fernández saben que ninguno tiene una personalidad débil: lo sabía ella cuando le ofreció el cargo de Presidente, lo sabía él cuando lo aceptó. Que se mantengan unidos más allá de las diferencias (grandes, medianas o grandes) es, aunque decirlo sea una verdad de perogrullo, la clave de la unidad que podría derivar en una nueva victoria del PJ o en el regreso de la derecha, que si bien no mantuvo sus votos en la PASO votos mira desde la tribuna lo que pasa en la alianza gobernante. Y se relame si ve sangre.
De momento, se logró detener la sangría con un gabinete que sumó capacidad de gestión. El prólogo del libro está escrito, queda por delante nada menos que el resto, final incluido.