El intendente de Avellaneda, Dionisio Scarpin, comenzó su campaña para las elecciones del 14 de noviembre -como candidato a senador nacional por Juntos por el Cambio y compañero de fórmula de Carolina Losada- con un traspié político. Esta semana, tuvo que aceptarle la renuncia al secretario de Servicios Públicos de su gabinete, Osvaldo Braidot, cuando se viralizó en las redes que la Unión Agrícola de Avellaneda suspendió al funcionario por seis meses ante la sospecha de que habría intentado pasar cinco barritas de cereal por la caja del supermercado sin pagarlas, lo que no ocurrió. El incidente sucedió hace un mes, el 25 de agosto, Scarpin se enteró cuatro días después, el domingo 29 –mucho antes de las primarias del 12 de setiembre-, pero recién ahora tuvo consecuencias políticas cuando saltó en las redes y obligó a Braidot a renunciar al cargo. “Es un hecho desafortunado”, “desagradable”, se defendió ex secretario de Scarpin, dijo que él “no cometió ningún ilícito” porque pagó las barritas de cereal, pero aclaró que “no apelará” la sanción de la Unión Agrícola, que le aplicó el derecho de admisión durante seis meses.

El lunes, Scarpin sorprendió en una conferencia de prensa al anunciar que Braidot le había presentado su renuncia en el gabinete y él la aceptó. Atribuyó el hecho a “algunas cuestiones personales” del renunciante, que no explicó. “Osvaldo siempre ha sido una persona de suma confianza, pero lamentablemente tomó la decisión de renunciar”, dijo.

Sin embargo, cuando trascendió en los medios locales la “verdadera causa” de la renuncia de Braidot, el portal Reconquista Hoy volvió a preguntarle a Scarpin por el asunto. El intendente reconoció el “detonante”, pero aclaró que él no había echado a su ex secretario de Servicios Públicos. “Fue Braidot, quien decidió dar un paso al costado para no dificultar el funcionamiento del gabinete ni el proceso electoral”, aclaró.

Más tarde, Braidot dio su versión del incidente del 25 de agosto en el supermercado de la Unión Agrícola, que quedó grabado en las cámaras de seguridad. “Fue un descuido mío, imperdonable”. Y explicó que puso las cinco barritas de cereal adentro de una caja de cartón para que no se cayeran del carrito. Cuando estaba pasando las cosas, la cajera revisó la caja y encontró las barritas. “Le dije que me había olvidado”, recordó Braidot al insistir que pagó toda su compra. “Pensé que ahí terminaba todo, pero la cooperativa tiene su protocolo”: no formalizó la denuncia judicial, pero le aplicó el derecho de admisión y lo suspendió como socio por seis meses.

-¿Cómo interpreta esta decisión de la Unión Agrícola? –le preguntaron.

-Es una política interna. Me parece bien que tenga un protocolo, pero yo creo que en este caso no es justa. Para mí el tema está terminado.

-¿No apelará la sanción de la cooperativa?

-No, no voy a apelar. Quiero cerrar la página y mirar para adelante. Hay cosas más importantes en la vida. Las cuestiones legales nunca me gustaron –concluyó Braidot.