Desde Santa Fe

El plan de persecución política del director provincial del Organismo de Investigaciones del MPA, Marcelo Sain, sumó ayer otro episodio. Una investigadora de su área, la jefa de Inteligencia Criminal de la Zona Sur, Débora Cotichini, fue suspendida provisoriamente en su cargo a pedido de la auditora general del MPA, María Cecilia Vranicich, quien la investiga por supuesto “tráfico de información sensible”. La decisión debía adoptarla el fiscal general Jorge Baclini, pero como está de licencia la firmó su reemplazante, el fiscal regional de Santa Fe, Carlos Arietti, que es uno de los denunciantes de Sain. “Es una represalia a Cotichini. Una persecución a una funcionaria que ha tenido bajo su responsabilidad las investigaciones de delitos complejos más importantes de Rosario”, interpretó una fuente segura consultada por este diario.

En agosto, el sumario a Cotichini comenzó a ventilarse en la comisión de Acuerdos de la Legislatura, que primero recibió a Vranicich y luego al subdirector del Organismo de Investigaciones, Víctor Moloeznik, quien reemplazó a Sain cuando éste era ministro de Seguridad y es denunciante de Cotichini. Después del informe de Vranicich, el jefe del bloque de diputados del PJ, Leandro Busatto, dijo que la auditora del MPA había dejado una “certeza”, que en el legajo disciplinario a la jefa de Inteligencia Criminal de la Zona Sur “no está confirmado ni probado” el supuesto “uso indebido” de alguna “escucha legal” o su filtración a “algún miembro del Poder Ejecutivo”. Es más, Busatto dijo que Cotichini quedó en medio de un “culebrón”. El sumario se inició por “una denuncia que hace un empleado del Organismo de Investigaciones, que a su vez está denunciado por otra empleada”. 

En el MPA interpelan la suspensión de Cotichini. “Es una medida contra una investigadora encomiable, que ha hecho bien su trabajo”, dijo la fuente. “Una persecución política contra una funcionaria que ha tenido bajo su responsabilidad las investigaciones más importantes de Rosario. Ningún director regional del Organismo de Investigaciones del resto de la provincia le llega a los talones a Cotichini. Ninguno. Y en esa componenda contra ella participan Baclini, Arietti y Vranicich, sin lugar a dudas”, agregó.

La ofensiva contra Cotichini aceleró cuando Sain reasumió al frente del Organismo de Investigaciones. El 6 de abril, Baclini firmó una resolución que trasladó a ocho agentes en comisión en el OI y pasaron a cumplir tareas en el ámbito de la Fiscalía Regional de Rosario. Baclini justificó el cambio en “razones de servicio” y “una eficiente distribución de los recursos humanos”. Sin embargo, esos ocho funcionarios trasladados son los mismos que dos meses después declararon -en la sede de la Auditoría- en el sumario a Cotichini que tramita Vranicich.

El 7 de abril, al día siguiente de volver a su puesto, Sain informó a Baclini una “serie de singulares acontecimientos ocurridos el 6 de abril" a metros de su despacho que “comprometen a Moloneznik y a otro funcionario”. “He presenciado la manipulación de Moloeznik de la computadora de Cotichini. Ante mi pedido de explicación, me dijo que había un sumario a cargo de Vranicich que imponía llevarse la computadora. Le pregunté si había un oficio de esa dependencia para hacer lo que pretendía y me dijo que no lo había ante lo cual indiqué que eso no era correcto y que lo podría en conocimiento de las autoridades competentes”.