Rocío Romano tenía 20 años y un bebé que "todos los días pregunta por su mamá". A la chica la asesinaron cuando llegaba a una fiesta en Tablada, la madrugada del domingo. El dolor y reclamo de justicia de sus familiares se hizo sentir ayer en las puertas de los Tribunales provinciales, donde se movilizaron para exigir justicia. “Nací para ser libre no asesinada”, reza la frase en una foto de perfil de las redes sociales de la joven, que además era militante de la FOL, organización que la despidió en un comunicado difundido esta semana. Su hermana, Milena, contó que “un chico la había invitado y ella insistía en ir. Cuando estábamos ahí, pasó una moto y disparó; había muchos chicos y chicas en la vereda, y le dieron a Rocío”, describió entre lágrimas. Un auto la trasladó al Roque Sáenz Peña, pero ya era demasiado tarde.