Los kioscos registraron una fuerte contracción de los negocios en 2016 y alertaron por la falta de certidumbre para el próximo año. El titular de la Unión de Kiosqueros, Adrián Palacios, afirmó ayer que “la situación del sector es la peor en décadas ante la caída de ventas y pérdida de rentabilidad”. El referente planteó que este año ya cerraron 3500 kioscos y que medidas como la reciente suba de los cigarrillos siguen agravando la situación de los comerciantes. Planteó que dejaron de funcionar locales que incluso estaban bien ubicados y con varios años de permanencia. “Están en juego muchas fuentes de trabajo y el futuro de unas 400.000 personas, incluyendo a los kiosqueros y sus familias”, concluyó.
 Palacios aseguró que los kiosqueros perdieron beneficios por la fuerte suba de las tarifas de los servicios públicos, lo cual afectó la estructura de costos del sector, a lo que se sumó el aumento del 40 por ciento de los alquileres de los locales.  
  Recordó que, “en su momento, le enviamos una carta al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, y al ministro de Producción, Francisco Cabrera, para que nos reciban y podamos armar una mesa de diálogo, con el objetivo de ver entre todos de qué manera podemos recuperar algo de la rentabilidad que perdimos. Pero hasta ahora no hubo ninguna respuesta oficial”.
  “La reciente suba de 5 por ciento en el precio de los atados de cigarrillos es un nuevo golpe a los kiosqueros, que deben afrontar costos aún más altos para quedarse con un magro margen de ganancia”, apuntó. A principios de mayo, el gobierno había dispuesto además el incremento de impuestos a los cigarrillos que implicaron un alza en los precios de los atados de 50 por ciento. “Ni este ni ninguno de los aumentos anteriores de los cigarrillos compensan lo que venimos perdiendo por la caída en las ventas y los impuestos más altos. Del último aumento de 3 pesos, al kiosquero le quedan poco más de 10 centavos y al Estado el 80 por ciento”, aseguró. Precisó que ahora el kiosquero debe invertir más dinero para comprar la misma mercadería y prácticamente no hubo mejoría en el margen de ganancia.