Ni el más optimista de los funcionarios del frente de Gobierno hubiese imaginado que la primera coincidencia respecto al modelo económico a seguir -que fue el tema que tensionó la interna oficial post PASO- se daría en un paquete de decisiones vinculadas al campo. Tan sorpresiva fue la coincidencia de ideas entre el Presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Kirchner respecto a la apertura de exportaciones de carne y la Ley de fomento agroindustrial, que agarró al sector agrario con la guardia baja y reacciones inusuales.

Más allá de la foto -sin demasiadas estridencias-, del reencuentro de ambos líderes en el acto por la norma antes mencionada; las dos medidas fueron consensuadas por los líderes en los últimos días de la semana pasada. Según supo Página I12 hubo, inclusive, varias charlas de CFK con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, días antes del evento. Y el mismo jueves compartieron una conversación larga en la antesala.

El Gobierno busca, en una relación siempre en tensión con el campo, un modelo de industrialización de la ruralidad y con perfil exportador. Incluso, cerca de la vice admiten que el escenario en el mercado interno, hoy, no le permite a la economía pensar sin ventas externas, como en las mejores épocas de su gobierno. Lo ha conversado ella misma con diferentes dirigentes políticos y empresarios. Encuentros de los que, por costumbre, se sabe y sabrá muy poco o nada.

Por eso, aun cuando días atrás defendió a la cuotificación de exportaciones como una de las razones que permitieron una baja en los precios minoristas de la carne, luego aceptó debatir esquemas de apertura, pero siempre cuidando las góndolas. El Presidente, por su parte, recibió de parte de Domínguez el compromiso de seguir de cerca la evolución de los valores. ¿Cómo lo harán? Irán día a día viendo, ante saltos desmedidos, los volúmenes de ventas externas. El resto será parte de sostener con los frigoríficos acuerdos de precios para cortes populares.

La escenificación del acto en el Museo, corolario de un nuevo relacionamiento con los sectores rurales, contó además con una tribuna que buscó re inyectarle protagonismo al Consejo Económico y Social. Un pedido del Presidente fue contar con algunos de los hombres y mujeres que lo integran. Además, es histórica la amistad que mantiene su titular, Gustavo Béliz, con el ministro Domínguez, lo que facilitó las cosas. Así, acompañaron desde las filas el ex titular de la UIA y jefe de Aceitera General Deheza, Miguel Acevedo; Iván Szczech, presidente de la Cámara de la Construcción y hasta la dirección ejecutiva de la Asociación de Fabricantes de Autos (ADEFA).

Hubo en las primeras filas de sillas, también, dos de los personajes que desde el establishment arrancaron con una articulación con el Gobierno que no sólo expuso a la dirigencia rural más vinculada a Cambiemos, sino que le creó al Ejecutivo un actor de peso para negociar mano a mano y sin esconder las cartas. José Martins, titular de la Bolsa de Cereales y presidente del Consejo Agroindustrial (CAA) y Gustavo Idigoras, el jefe de los exportadores de granos y aceiteros de CIARA-CEC, fueron quienes, en 2020, rompieron el hielo y le llevaron a CFK el proyecto que se giró el jueves al Congreso. Se sacaron una foto en el despacho de la vice que revolucionó a la ruralidad. Luego, le mostraron la ley al Presidente y al titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.

Este despliegue del CAA con el Gobierno, más la política de consenso y la ejecución de Domínguez en tiempo récord, fueron una sorpresa para un campo que estaba cómodo en la dinámica de un conflicto que el propio gobierno abonaba con la indefinición del tema. Un gesto que marca la confusión agraria: aunque fueron debidamente participados desde el lunes, en el acto del jueves por la ley agro no hubo ningún presidente de las entidades de la Mesa de Enlace. Coninagro y la Sociedad Rural mandaron técnicos y Confederaciones Rurales y la Federación Agraria, ni eso. Si bien participaron de la conferencia de prensa por las carnes con Domínguez, un rato después usaron las redes sociales para decir que querían la apertura total del comercio. “Ya ganamos 9 de 10 y lloramos porque perdimos una”, bromeó un dirigente de los 4. 

Por otra parte, los más racionales destacaron el viraje oficial y el perfil de Domínguez, sobre todo en una negociación que venía espinosa. El ministro es otra coincidencia del Presidente y la vice. Fue el elegido por CFK para ocupar la cartera post Resolución 125 y ahora por Fernández para salir de la lógica de un conflicto que, al día de hoy, sólo se sostiene del lado de algunos sectores agropecuarios.