Desde Santa Fe

El Espacio de la Memoria de Esperanza, en el Parque Nacional de la Agricultura, fue vandalizado la madrugada de ayer por sujetos que destruyeron fotografías de los desaparecidos de esa ciudad, entre ellos la del militante peronista Mario Luis Totterau, secuestrado junto con su esposa, María Cristina Mattioli, el 27 de febrero de 1976, en Santa Fe. Los restos de ella y de otras tres compañeras de militancia fueron encontrados el 20 de marzo de 1976 –cuatro días antes del golpe- en una fosa común, la primera que se descubrió en la provincia, en cercanías de Coronda, en lo que se conoce como la Masacre del camino de Las Moras. “Es otro acto claro de complicidad con los genocidas” y un nuevo “mensaje siniestro” de los defensores del terrorismo de estado, lo interpretó el Foro contra la Impunidad y por la Justicia.

El ataque “al amparo de las sombras” revela la “cobardía que demuestran los que no dan la cara”. Operan “igual que las patotas fuertemente armadas de la dictadura, que secuestraban compañeros y compañeras a la madrugada en sus casas, en sus lugares de trabajo o estudio y en la vía pública. ‘Valientes’ para torturar y violar personas indefensas, apropiarse de sus bebés y hasta robarles sus bienes personales y familiares”.

La democracia, la sociedad y la justicia ya condenaron esos delitos de lesa humanidad -recordó el Foro-, pero está claro que no se arrepienten y tratan de volver a instalar un negacionismo, que ha tenido siempre la función de antesala de los peores crímenes. Por eso, exigimos que el Estado realice una investigación a fondo que permita individualizar a los actores de esta nueva provocación, que además constituye un delito que debe sancionarse como corresponde. Desde Santa Fe, nos solidarizamos con los compañeros y compañeras de Esperanza y convocamos al conjunto de fuerzas políticas a repudiar este hecho”.