El apagón de WhatsApp, Facebook e Instagram registrado este lunes puso nuevamente de relieve un trastorno que ha ido creciendo en los últimos años: la nomofobia (non-mobile-phone-phobia), definida como el miedo o la ansiedad extrema de carácter irracional que se origina en una persona cuando permanece durante un período de tiempo sin poder usar su teléfono celular.

Según la hipótesis más extendida entre los expertos, este miedo puede ocurrir por cuatro factores principales: imposibilidad para comunicarse con otros, pérdida de conexión, incapacidad de acceder a la información y renuncia a la comodidad

Si una persona sale a la calle sin su celular y al darse cuenta comienza a agobiarse o a sentir miedo o paralización, podría estar frente a un comportamiento nomofóbico. Lo mismo si se presentan esos síntomas al no poder consultar al instante las distintas notificaciones (de llamadas, redes sociales, mensajes, etc.) que llegan al celular.

También es un indicio de comportamiento nomofóbico sentirse feliz si la batería del celular está al 100% y comenzar a sentir ansiedad a medida que baja o entrar en pánico al ingresar a zonas sin coberturas de datos o wifi.

¿Qué dificultades trae la nomofobia?

A diferencia de la dependencia, la nomofobia puede concebirse como un miedo más extremo que termina por entorpecer y dificultar la vida diaria de la persona: en una revisión de estudios reciente se muestra que la nomofobia afecta negativamente a la personalidad del individuo, el autoestima, el estrés y el rendimiento académico

También suele estar asociada a otras afecciones mentales como la fobia social, hiperactividad o depresión.

Además, puede derivar en peores hábitos alimenticios, una disminución del tiempo de descanso, aislamiento social, menor rendimiento tanto en los estudios como en el trabajo y mayor distracción.

Las personas que sufren nomofobia también suelen desarrollar el síndrome del túnel carpiano, por la presión excesiva en el nervio mediano de la muñeca que permite la sensibilidad y el movimiento a partes de la mano. 

¿Quiénes son más susceptibles de tener nomofobia?

El grupo más susceptible de sufrir este tipo de trastorno es el de los niños, niñas y adolescentes, ya que crecieron en una sociedad tecnológica rodeados de distintos aparatos a su disposición. 

Una investigación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) que analizó 108 estudios científicos sobre esta problemática publicados desde 2010 a 2019 sumó al género como variable y detectaron mayor presencia de nomofobia entre las mujeres.  

Recomendaciones

Para evitar que este problema afecte al bienestar físico y mental es necesario que se desarrollen programas educativos desde edades tempranas que apuesten por un uso racional de los dispositivos celulares. Ello implica la necesidad de implementar una adecuada competencia digital y una conciencia crítica respecto al uso de las tecnologías de la información y la comunicación.

A su vez, es recomendable un autoanálisis del tiempo diario que se dedica a usar el teléfono celular. En ese sentido, también deberían evaluarse las finalidades de su utilización. Entre las recomendaciones también se incluye: 

  • Desinstalar algunas aplicaciones que la persona considere que le hacen perder el tiempo. 
  • No utilizar el celular en las comidas.
  • Silenciar las notificaciones.
  • Establecer horas determinadas para consultarlo.
  • No mirarlo durante conversaciones, comidas, o situaciones de ocio compartidas.
  • No usarlo como despertador, ya que puede interferir en el ciclo de sueño.
  • Cargarlo fuera de la habitación.