Finalmente, se concretó este martes en Washington el encuentro previsto entre el ministro de Economía, Martín Guzmán, con la Directora Gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Una reunión que estuvo rodeada de maniobras previas y especulaciones, por rivales de ambos en disputas políticas que enfrentan los dos participantes de la cita en sus respectivos ámbitos. 

Georgieva, bajo investigación del Banco Mundial sobre supuestos beneficios a China a través de un informe de negocios realizado cuando ella era parte de esa entidad. Y Guzmán, porque quedó en el ojo de la tormenta cuando la responsabilidad de los malos resultados electorales del Frente de Todos en las PASO apuntaron a la gestión económica. 

Lo curioso es que uno y otro se necesitan, no por debilidad sino por la convicción de ambos de que, para superar el escandaloso resultado del acuerdo stand by entre el gobierno de Macri y la conducción del FMI de 2018, sin quebrar las relaciones entre el gobierno argentino y el organismo multinacional, será necesario acercar posiciones en los términos que, centímetro a centímetro, trtatan de hacerlo desde hace un año y medio. Ninguno de ambos podría prescindir del otro sin un alto riesgo de ver frustrada la tarea. 

En el marco de ese encuentro, "se continuó avanzando en el proceso de renegociación del programa stand by firmado en 2018 por la administración de Juntos por el Cambio", manifiesta el escueto comunicado oficial difundido al término de la reunión en Washington.

En el encuentro, también participaron el director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos; la subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack; y el jefe de la misión para Argentina, Luis Cubeddu.

Por la tarde, el Ministro también se reunió con funcionarios del Tesoro de los Estados Unidos en un encuentro en el que estuvieron presentes el asesor de la secretaria del Tesoro, David Lipton, y el subsecretario de Relaciones Institucionales, Andy Baukol.

Previamente, el día lunes, Guzmán mantuvo encuentros con los equipos técnicos del FMI. La principal reunión de trabajo tuvo ligar en la embajada argentina en Washington. Allí el ministro estuvo acompañado por Miguel Pesce, presidente del Banco Central, con quien recibió a Kozack y Cubeddu. 

El eje en la política

El desembarco de la comitiva argentina en los Estados Unidos se transformó en un tour de apuntalamiento político internacional, además del objetivo central de avanzar en el proceso de renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Según detalles a los que accedió Página I12, el ministro de Economía, Martín Guzmán, invitó al jefe de Gabinete, Juan Manzur, a viajar. Fue en una charla que mantuvieron ambos, horas antes de la partida del titular de Hacienda. La idea central es que haya un juego de pinzas político-económico que aproveche, además, la nutrida agenda de contactos que Manzur tiene con la comunidad de negocios local y estadounidense.

El tucumano saldrá con destino Nueva York este jueves, para ya el viernes participar en la reunión con inversores. En esa habrá, además, posibles tenedores de bonos de la Argentina. "El objetivo de Manzur es mostrar unidad en el rumbo político", contó a este diario una fuente de la misión oficial. Que agregó que se espera que el jefe de ministros haga una presentación "acerca del sendero político por el que va la Argentina y quite ruidos en el ámbito internacional".

En este escenario, Guzmán se centra directamente en un discurso sobre el rumbo económico y el horizonte que se viene en diferentes frentes, más allá de la cuestión de la deuda. "La idea de los ministros es que en el viaje se vea una articulación y unidad para generar mayor previsibilidad en el contexto actual", contaron cerca del jefe de ministros. Para Guzmán, hubo un factor clave que para el Gobierno generó un respiro en plena visita: la confirmación de la continuidad en el cargo de la titular del FMI, Kristalina Georgieva.

En la comitiva oficial ya sacaban cuentas del posible impacto que hubiese tenido el corrimiento de la búlgara, que finalmente quedó exculpada de supuestos beneficios a China en un informe de negocios redactado en sus años como directiva del Banco Mundial. Es que Geogieva fue un eslabón clave, no sólo del avance de las negociaciones argentinas por la deuda que tomó la administración de Mauricio Macri, sino más que nada del perfilamiento diferente del organismo que conduce. Una mirada contemplativa de los países deudores, pedidos de redistribuir riqueza de países grandes y hasta el planteo de cobrar impuestos fijos a las grandes fortunas del mundo para paliar los efectos de la pandemia.