Por Carlos Del Frade
La detención de Gustavo Shanahan como imputado por el delito de lavado de dinero procedente del narcotráfico es la síntesis de la historia económica ilegal de los últimos catorce años en la región. En 2007 fue autorizado por el municipio rosarino para un emprendimiento inmobiliario millonario en dólares en Fisherton, luego pasó a formar parte del directorio de Terminal Puerto Rosario, ya en propiedad de Vicentin, y más tarde tuvo que dejar su lugar porque sus socios españoles confesaron que lavaban dinero a través de esos negocios. Es a partir de 2007 que la Argentina reemplaza a México en el negocio de la importación de efedrina y desde entonces se democratiza la comercialización en las grandes provincias y surgen los llamados "booms inmobiliarios". La sangre derramada en los barrios y el dinero reciclado en el centro. La clave de los negocios ilegales es cortar el flujo de dinero, no poner tanquetas de gendarmería en los barrios. En los barrios debe ponerse trabajo, educación, cultura, alegría y deporte. Cuántos favores políticos le dieron durante años a Shanahan y quiénes se los dieron es una pregunta que debemos hacer desde la política.