El Presidente Alberto Fernández comandó este mediodía un almuerzo con intendentes centrado en un doble frente: el ordenamiento político de cara a las legislativas y un pedido expreso de cuidar el bolsillo de las familias y garantizar la estabilidad de precios. Esto último en el marco del reciente congelamiento de precios por 90 días que instauró la Secretaría de Comercio Interior. En ese encuentro, los jefes y jefas comunales se comprometieron a dar respaldo en los controles al cumplimiento de la decisión oficial. La foto fue, además, un gesto político de unidad del Frente de Todos antes de los comicios. Y tuvo una definición sintética del primer mandatario: "mis socios son ustedes, estoy hay que darlo vuelta y podemos", expresó sobre los comicios. 

En la comida, que empezó después del mediodía en la Quinta de Olivos, el mandatario se rodeó de buena parte de su gabinete y cuadros del frente de Gobierno: estuvieron alli el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el canciller Santiago Cafiero; los ministros de Desarrollo Social, Juan Zabaleta; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Agricultura, Julián Domínguez; del Interior, Eduardo De Pedro; de Seguridad, Aníbal Fernández, de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi; y de Transporte, Alexis Guerrera; además de la titular de Aysa, Malena Galmarini; el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; y el diputado Máximo Kirchner. Mientras que el gobernador Axel Kicillof participó vía Zoom. 

El mandatario llevó la batuta de una reunión en la que se realizó un resumen del escenario electoral a 20 días del cierre de campaña. Todos coincidieron en la necesidad de penetrar más el territorio y "seguir escuchando a la gente y sus problemas cotidianos". Hubo apelaciones a la militancia callejera, un activo histórico de peronismo que recién ahora vuelve a cierta normalidad tras las restricciones de la pandemia; y se habló concretamente de los caminos para ganar la elección. Casi un nuevo diseño de la campaña de cara al 14 de noviembre. 

El factor precios

En paralelo, respecto a los precios, el Presidente fue claro y detalló la necesidad de un trabajo conjunto "en defensa del bolsillo de los argentinos", y se conversó además de garantizar la estabilidad de los precios en las góndolas. En ese punto, los intendentes e intendentas aseguraron que habrá de su parte controles al cumplimiento del congelamiento para que "estén en góndola y bien señalizados". También plantearon la cuestión de la seguridad en el Conurbano y la generación de puestos de trabajo como partes de la agenda. 

Fueron de la partida el jefe de Gabinete bonaerense, Martín Insaurralde; la ministra de gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez; el ministro de Infraestructura; Leonardo Nardini; y el titular de Vialidad provincial, Hernán Yzurieta. Por los intendentes, Federico Achával (Pilar), Mayra Mendoza (Quilmes), Alejandro Granados (Ezeiza), Mariano Cascallares (Alte. Brown), Mariel Fernández (Moreno), Andrés Watson (Florencio Varela), Ariel Sujarchuk (Escobar), Mario Secco (Ensenada), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Fabián Cagliardi (Berisso), Luis Andreotti (San Fernando), Julio Zamora (Tigre), Blanca Cantero (Pte. Perón), Juan José Mussi (Berazategui), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes) y Javier Osuna (Gral. Las Heras).

"Tenemos que recuperar la diversidad del Frente de Todos. Mis socios son ustedes.Ya sabemos lo que la gente necesita y le hace falta. Esto hay que darlo vuelta y podemos hacerlo porque tenemos el diagnóstico adecuado", resaltó el presidente en la reunión que terminó pasadas las 15 horas. Y agregó en esa línea que "de nosotros depende que ganemos. Seguimos peleando. Vamos a seguir gobernando la Argentina porque la sociedad no nos va a perdonar que vuelva el macrismo". 

Luego de sus palabras, hablaron varios dirigentes, entre ellos Wado de Pedro, sus pares Zabaleta, Katopodis, Manzur, Ferraresi, el gobernador Kicillof, Álvarez Rodríguez; los intendentes Descalzo, Mussi y Granados, además del tigrense Sergio Massa. Este último planteó que, entre los votos en blanco, los que no fueron a votar y las fuerzas que no llegaron al 1,5, quedan aún en disputa 19,5 puntos en una elección que sigue abierta y depende de la capacidad de penetración del mensaje oficial. Todos jugaron en línea con los nuevos lineamientos de la campaña y explicitaron que el mensaje es claro y fue "escuchar" las demandas de la población después de la fuerte derrota en las PASO.