En un duelo crucial para las aspiraciones coperas de ambos, Vélez Sarfield batió 2-0 a Boca Juniors en Liniers, por la fecha 18 de la Liga Profesional de Fútbol (LPF). 

Federico Mancuello cerca del final de la primera etapa y el ingresado Cristian Tarragona sobre el epílogo le dieron el triunfo al equipo de Mauricio Pellegrino, que se subió así al podio de la tabla de posiciones al alcanzar 31 unidades. 

Con un punto menos, el conjunto de Sebastián Battaglia jugó mal, fue maniatado por su rival durante los 90 minutos, quedó lejos del líder River Plate y ahora apostaría todo a pelear por la clasificación a la Copa Libertadores.

En el arranque se vio un juego muy trabado en una superpoblada mitad de cancha, con escasas llegadas de riesgo a las áreas. Pese a que el anfitrión dominaba levemente y tanto Mancuello como Almada trataban de armar jugadas en ofensiva, fue el Xeneize el que tuvo la primera aproximación en los pies de Pavón, aunque sin mayores consecuencias.

Precisamente el atacante cordobés procuraba bajar unos metros para asociarse con Almendra, quien a su vez trataba de ser el eje en el equipo de Battaglia, que aportaba pocas incursiones de sus laterales en ataque, por lo que el juvenil Vázquez -la esperanza de gol en el club de la Ribera- quedaba demasiado solo arriba como referencia y era absorbido por la última línea velezana.   

Al rato, Weigandt chocó con un rival, se le dislocó el hombro derecho y debió ser reemplazado por otro juvenil, Eros Mancuso. Pese a la circunstancia, el local -que apenas insinuaba con atacar- seguía sin inquietar a Agustín Rossi.

Con ambos conjuntos neutralizándose entre sí y el trámite rayano con el tedio, llegó el primer disparo a un arco. Y fue gol de Vélez. La jugada se inició por derecha con un centro de Poblete que despejó de cabeza un defensor boquense, y terminó por el otro lado con un zurdazo de Mancuello que rozó en Izquierdoz y se clavó en un ángulo. El Fortín se iba así en ventaja a los vestuarios. 

Boca salió en el complemento un poco más decidido en busca del arco de Hoyos. Y tuvo su primera chance cuando Ramírez -no del todo cómodo bien pegado a la raya- lanzó un envío desde la izquierda que Vázquez -en su única ocasión de gol en todo el partido- no pudo aprovechar de cabeza.

Enseguida, Mancuello hizo una apilada, se metió en el área xeneize y el colombiano Fabra logró de manera prodigiosa despejar el peligro. Pero el ex Independiente seguía haciendo de las suyas y una gran jugada en sociedad con Bouzat terminó con el remate elevado de Almada.

Battaglia movió el banco, sacó a Ramírez (lesionado otra vez en su rodilla izquierda) y a Pavón y metió al chico molinas y a Briasco. Así y todo, el Fortín -bien plantado en defensa y con un arquero que nunca pasó zozobra- volvió a llegar con peligro tras un tiro libre de Almada que Janson cabeceó un poco desviado.

A Boca le seguía faltando picante porque Almendra, tirado unos metros atrás, no era tan determinante como en otros compromisos. Para colmo, el equipo de Battaglia zafó de un penal y de quedarse con diez luego que Rojo le metiera un manotazo en el rostro al pibe Orellano, que ingresaba a la carrera dentro del área y se disponía a someter a Rossi.

Y luego de los ingresos de Centurión y de Jara (dos ex Boca) llegó el mazazo final del equipo de Pellegrino concretado por Tarragona, otro ingresado, quien por izquierda definió bajo al palo del arquero y le dio la victoria al Fortín, que desplazó del tercer lugar a un Xeneize que en la noche de Liniers lució sin juego ni brillo.