"Ya es momento de que la heteronormatividad deje de tener el monopolio exclusivo de lo digno de ser retratado", dice el fotógrafo Claudio Russomanno sobre su muestra de retratos Quiero decirte que sí, que se inauguró la semana pasada y que podrá verse hasta el 11 de junio (de lunes a viernes de 9 a 21; los fines de semana y feriados de 10 a 20) en el hall central del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa (San Martín y San Juan), donde se expone por primera vez.

Las imágenes son íntimas: dos chicas que se besan, dos "osos" abrazados, nuevas familias. Lo humano es siempre el centro, con emblemas de identidad que expresan todo lo que da sentido a esas vidas: lo afectivo y sexual, lo espiritual, cultural y territorial. Mostrar un beso entre dos hombres aún sigue siendo un gesto político.

Con curaduría de Carlos Lentini, acompañada por la Federación Argentina LGBT, la exposición fue organizada por el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa, por la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario y por la Subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual del Gobierno de la Provincia de Santa Fe. Lleva el título de una hermosa canción de amor de Pedro Aznar muy en sintonía con el tono de apasionada ternura de la muestra, que reúne, como dice Russomanno, esos "momentos que son el resguardo de nuestra memoria".

Nacido hace 52 años en Buenos Aires, donde vive y trabaja desde hace 12 como fotógrafo y cursó tres años de Sociología (también es músico), Russomanno recorrió la provincia de Santa Fe. El "nosotros" de la frase se hace presente en la cercanía de su mirada; no es "la mirada fisgona", dice, que vio en trabajos ajenos. "Esto empezó hace dos años, por una pareja mía que me pidió que le sacase una foto para poner en su despacho, donde él sentía que no estaba representado su presente afectivo", contó ayer a Rosario/12. Aquel hombre de más de 50 que había decidido "salir del closet" reemplazó así la foto de oficina con su esposa y sus hijos por la de su presente con el hombre que amaba. "Me pareció muy valiente y muy justo --dice el fotógrafo--. Los retratos de familias heterosexuales abundan, pero nuestro colectivo no es tan así. Tenemos una igualdad legal pero no una igualdad real".

Salió a buscar retratos familiares gays, lésbicos y trans, pero sólo enfrentó negativas al comienzo de su proyecto. "Me decían que los heterosexuales no andan reafirmando todo el tiempo su heterosexualidad, cosa que para mí no es cierta", opinó.

"Hace poco, no sé por qué razón, se destrabó esto. La gente empezó a decirme que sí. Me acerqué a Esteban Paulón, subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual, le presenté el proyecto y se entusiasmó. Para las fotos que hice en la provincia de Santa Fe, la gente de la Subsecretaría me contactó con las personas. Me acompañó Alejandra Butiche, que es periodista. En Rosario hice un díptico; de Venado Tuerto son las parejas mamás y una pareja de chicas; de Arroyo Seco, la de los papás con el nene, y de Villa Amelia es la otra pareja trans, la de Carla, que nos contó su historia. No es lo mismo leer una historia que escuchar un testimonio vivo. En Buenos Aires, en general, fue todo bastante rápido, pero siempre en todos los casos tuve la paciencia para que se produjera ese momento de intimidad. En Santa Fe se tomaron más tiempo. La pareja trans de Mariano y Malvina, que posan en el puente de Santa Fe, con ellos estuvimos charlando un montón. Nos habían preparado un almuerzo, un agasajo. Me gustaría llevar este proyecto por todo el país. Te encontrás con historias de vida", contó.

Algunos retratos tienen la espontaneidad de la instantánea y en otros se nota la pose. "Donde hay una mirada a la cámara, lo hice adrede. Miran no sé se si con orgullo, pero sí sin avergonzarse", cuenta el fotógrafo, que escucha todos los comentarios con modestia y autocrítica, pensando en una segunda edición en Buenos Aires. Quiero decirte que sí es su primera exposición individual. Le gusta la idea de un posible libro con crónicas y fotos pero también está pensando en explorar ámbitos sociales más allá de la Capital y de la clase media.

Mostrar un beso entre hombres sigue siendo un gesto político.

Una de las fotos más conmovedoras es la de una mujer que mira a su pareja mujer con una profunda ternura. "Ella es María Rachid. Estuvo en la legislatura porteña. Fue presidente de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Trans y Bisexuales. Es un referente de la lucha, un personaje público", dice Russomanno como si el "perfil fuerte" fuera una contradicción con la "foto tierna". Pero hay una firmeza constante en ese amor. Un kipá y velas de Jánuka con el arco iris de la bandera de la diversidad son los atributos que luce Gustavo Michanie, presidente de JAG (Judíos Argentinos Gays GLBT). Otras creencias están representadas: "El beso del cura es un pastor luterano, Sergio López", comenta Russomanno, reponiendo información que no está en los epígrafes. Su favorita parece ser la serie de una pareja mayor que disfruta de un vino, con un fondo pictórico infinito.

"Recuerdo las razzias en los boliches --dice--. Parece que fue hace mil años y no fue hace tanto. La ley del matrimonio igualitario fue muy importante. Si te podés casar y podés adoptar, es legal. Fue una historia dura y la lucha sigue, pero tenemos algo que celebrar".