Jorge Sola es abogado y está diplomado en Ciencias Políticas y Sociología en Flacso. Esta semana que viene vivirá una serie de jornadas intensas. Es el actual secretario gremial del Sindicato del Seguro y aspira, junto a Mirta Keppes, a convertirse este miércoles en el secretario general de ese gremio. También ocupa la secretaría de Prensa de la CGT y el jueves, cuando la central obrera realice el congreso donde se renovarán las autoridades es muy posible que continúe al frente de ese curul gremial. Sobre el rol que le cabe a la central sindical, Sola sostiene que "con una CGT unida el movimiento obrero podrá integrar la mesa de decisiones política que necesita el país".

--¿Cómo ve la actual situación política?

--Estamos en un momento de competencia electoral donde se prioriza la búsqueda del voto y no de la construcción de un proyecto que nos termine incluyendo a todos. En eso se nota que la madurez de algunos dirigentes no está a la altura de las circunstancias. Creo que a partir de los que nos pasó, con la pandemia, los objetivos y paradigmas de cada proyecto político necesitan una revisión general porque muchas de las situaciones que antes nos resultaban normales han cambiado. La situación económica tiene otro perfil. Pero además, no sólo los partidos políticos sino también los gremios y las organizaciones sociales debemos revisar qué es lo que tenemos por delante y qué vamos a hacer.

--El Frente de Todos llegó al gobierno ofreciendo un proyecto.

--El gobierno nacional demostró una enorme capacidad para sostener la salud, contener situación social y ayudar a la economía del país en el marco de la pandemia. Esa preocupación y el trabajo realizado por el gobierno se tradujo en la puesta en marcha de diferentes herramientas como el IFE y el ATP para sostener la débil economía. Fue la demostración más clara y concreta de la preocupación por los que menos tienen. Ahora se están realizando nuevas inversiones y creo que el gobierno de Alberto Fernández tiene la oportunidad implementar todo lo que no pudo hacer por la pandemia. En estos dos años que quedan está la oportunidad de poner en marcha la enorme cantidad de propuestas que había ahí. Eso es lo que está reclamando la gente, una fuerte presencia desde los hechos y no tanto desde el discurso.

--Pero eso no pareció ser suficiente si se mira el resultado de las PASO.

--Las elecciones primarias tienen varias aristas para analizar. La principal fue la economía, es lo más importante. Luego hay un sector que seguramente puede no haber acompañado al gobierno por temas de credibilidad. Se cometieron algunos errores no forzados que afectaron el acompañamiento. Lo que considero imprescindible es fortalecer, es el acuerdo de las diferentes corrientes que integran el Frente de Todos, hay que fortalecer la investidura presidencial y trabajar en estos años que vienen por delante para concretar todos los proyectos que se tienen.

--Habla como si ya hubiesen pasado las elecciones del 14 de noviembre...

--Considero que es central trabajar desde ahora mismo en lo que debe suceder a partir de ese día. No se puede esperar. Lo que hay que hacer es poner en marcha el proyecto con el que se ganó en 2019, que lo frenó la pandemia y que ahora la gente nos lo reclama. Insisto, hay que trabajar por estos dos años que faltan de gobierno. Pero ojo, esta es una historia que no termina en el 2023. La Argentina tiene problemas endémicos que se deben resolver a partir de la aplicación de políticas de Estado. Algunas de esas políticas ya existen y se vienen aplicando desde 2005. Pero ahora hay que pensar un nuevo mundo, un nuevo país. Los problemas que tenemos son importantes pero se pueden resolver si dejamos de pensar desde la coyuntura, como puede ser una elección legislativa.

--Qué rol le cabe al movimiento obrero en este tiempo que usted describe

--La CGT debe participar en la mesa de decisiones políticas para aportar las soluciones a los problemas que hay en cada una de las actividades que representamos. Pero para llegar a ese lugar antes debemos recuperar nuestra propia fortaleza. Y esa fortaleza va camino a recuperarse porque los diferentes matices que allí se expresan van a lograr una conducción fuerte, unida y muy representativa. Esa foto del 11 de noviembre después tiene que tener el correlato con el trabajo de la CGT en las diferentes actividades en la que interviene. La posibilidad de que los trabajadores piensen un país que le de solución a los problemas de los incluidos, que son los trabajadores formales y los excluidos, está presente. La CGT debe ser parte de ese nuevo país porque al recuperar la unidad, con ese mosaico de matices que contiene, nos podremos sentar en la mesa del poder para transformar el país.

--La CGT ha desarrollado una tarea de acercamiento con organizaciones sociales como la UTEP.

--Hemos dado un enorme paso al reconocer que los trabajadores de la economía popular son trabajadores como tales. La pretensión que tenemos es incorporarlos pero hasta que consigan la personería gremial, podrán ir participando en la toma de decisiones al incorporarse a través de la colaboración en alguna de las secretarías del consejo directivo. Lo importante es que este camino ya lo estamos recorriendo.

--El congreso de la CGT no sólo eligen nuevas autoridades, también suman mujeres a la conducción.

--Es un congreso de mucho cambio y me parece que en esta deconstrucción que los individuos sociales tienen respecto del rol de la mujer, esa deconstrucción individual tiene que tener su correlato en la deconstrucción de las instituciones, muchas de la cuales, todavía representan el esquema de la sociedad machista y patriarcal y la CGT no es ajena a ello. Entonces, el primer paso es la paridad en cada una de las secretarías del consejo directivo donde participarán un hombre y una mujer. Y en cumplimiento de la legislación actual, para que las decisiones del consejo directivo tengan validez debe haber la presencia mínima de 30 por ciento de mujeres. En esto la CGT está dando un paso enorme.

--La unidad es hecho.

--Esto es el resultado de mucho trabajo de charlas, de revisar los errores que se cometieron, encontrar las coincidencias, reivindicar el proceso que comenzó en 2016 cuando se eligió un triunvirato. De todas estas charlas con los diferentes sectores internos de la CGT surgió la necesidad de avanzar hacia la unidad y eso lo hará fuerte a la próxima conducción. Lo que se verá el 11 será una foto de unidad pero lo que verdaderamente sucederá, es el día después cuando se comience a trabajar en conjunto. Estoy convencido de que así será.