Con un polémico arbitraje de Pedro Argañaraz y un final tumultuoso, Vélez le ganó 2-1 a Tigre en el estadio José Amalfitani, en el cierre de la fecha de los clásicos. Dos penales convertidos por Mariano Pavone –el último sobre el epílogo y mal cobrado– dieron el triunfo a los locales. Alexis Castro había empatado parcialmente con una definición exquisita. 

Las derrotas consecutivas ante Lanús y Belgrano sembraban preocupación en Vélez por el promedio, que se había oxigenado tras vencer a Olimpo y a Unión. A su turno, Tigre llegaba muy golpeado por la eliminación en Copa Argentina a manos de Deportivo Riestra, de la B Metropolitana.

Ambos animaban un encuentro de trámite discreto, la primera etapa moría casi sin situaciones de gol, hasta que Benítez derribó a Vargas en el área visitante y Pavone ponía de penal en ventaja a Vélez con un remate fuerte y al medio. Pero en la única jugada colectiva del equipo de Victoria, Rincón inició una patriada por derecha, cedió para Menossi, éste tocó para Alexis Castro, que de cachetada sorprendió al arquero Aguerre, que estaba adelantado. Así, con un golazo de otro partido, Tigre sellaba el transitorio empate. Aunque sobre el final del encuentro, el árbitro vio un supuesto penal que Pavone cambió por gol, para darle aire al sufrido Vélez.