El presidente bielorruso Alexander Lukashenko amenazó con tomar represalias contra cualquier nueva sanción de la Unión Europea, cerrando el tránsito de gas natural a través de Bielorrusia, ya que la crisis migratoria en su frontera se agravo ayer. La amenaza se produjo mientras miles de personas se preparaban para soportar otra noche helada en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, y varios países de la región emitieron una advertencia conjunta de que la crisis podría convertirse en un conflicto militar.

Ucrania dijo que desplegaría 8500 soldados y policías más para reforzar su frontera con el sur de Bielorrusia, mientras que Lituania, Estonia y Letonia dijeron que el régimen de Lukashenko planteaba serias amenazas a la seguridad europea al intensificar deliberadamente su "ataque híbrido" de armar la crisis migratoria. "Esto aumenta la posibilidad de provocaciones e incidentes graves que también podrían extenderse al dominio militar", dijo un comunicado conjunto de los ministros de defensa de los países. Polonia ya ha advertido lo mismo.

Bielorrusia dijo que la acumulación de tropas en otros lugares significaba que se vería obligada a tomar "medidas apropiadas en respuesta", tanto de forma independiente como junto con su aliado estratégico, Rusia. Veinticuatro horas antes, Moscú desplegó bombarderos en el espacio aéreo de Bielorrusia.

Mientras tanto, la Unión Europea reforzó su compromiso de establecer nuevas sanciones a principios de la próxima semana y podría imponer nuevas sanciones a Bielorrusia y las aerolíneas que transportan a los migrantes a la región. La UE acusó a Bielorrusia de alentar la inmigración ilegal en venganza por sanciones previas a Minsk por abusos contra los derechos humanos.

El Kremlin dijo que Rusia no tenía nada que ver con las tensiones en la frontera y sugirió que la presencia de personas fuertemente armadas en ambos lados era motivo de preocupación. También dijo que el presidente Vladimir Putin sostuvo una segunda llamada telefónica en dos días con la canciller Angela Merkel de Alemania, diciéndole que la UE debería hablar con Bielorrusia sobre la crisis.

Los migrantes varados dentro de Bielorrusia arrojaron piedras y ramas a los guardias fronterizos polacos y usaron troncos para tratar de derribar una cerca de alambre de púas en nuevos intentos de ingresar a la UE por la fuerza, dijeron las autoridades en Varsovia.

La amenaza de cortar el gas del líder bielorruso fue rechazada por un miembro destacado de la oposición en el exilio del país. “Alexander Lukashenko no detendrá el oleoducto, es otro engaño. No olvidemos que Lukashenko quiere que Europa le hable ", dijo Franak Viaorka. “Si hiciera esto haría daño, le haría daño a Rusia. Por lo general, cuando hace algo, como obligar a aterrizar un vuelo de Ryanair, no lo dice de antemano".

Rusia suministra parte de su gas a Polonia y Alemania a través de Bielorrusia, por el gasoducto Yamal-Europa. Tom Marzec-Manser, jefe de análisis de gas de ICIS, dijo que el mercado no ha reaccionado a los recientes comentarios de Lukashenko. “El suministro de gas de Rusia a Europa occidental ronda los 290 millones de metros cúbicos. Alrededor de 30 millones vienen a través de la ruta bielorrusa [alrededor del 10 por ciento]”, dijo Marzec-Manser.

“Gazprom posee la red de gasoductos en Bielorrusia. Gazprom también suministra gas a Bielorrusia a través de esa red. Sería difícil para el estado bielorruso forzar que esto suceda dado que Gazprom opera el gasoducto y Bielorrusia depende del gas ruso. He analizado los precios dentro de Europa y el mercado no responde a esto, el mercado del gas no se está tomando estos comentarios en serio”.

Marzec-Manser agregó que aunque históricamente este gasoducto se usó de manera significativa, en las últimas semanas el uso ha sido tan bajo que el flujo está bajando.

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12

Traducción: Celita Doyhambéhère