“Lo impresioné con mi gol de tiro libre. Me dijo que me parecía a Messi”, aseguró ayer el presidente Mauricio Macri luego de la reunión bilateral que mantuvo con su par chino Xi Jinping, a quien le mostró con un celular el video de un gol de tiro libre que hizo hace pocos días en su quinta. “Se lo había mandado a mi hijo, lo tenía en el teléfono y se lo mostré”, contó el jefe de Estado argentino quien se definió como un “futbolista frustrado”. Macri además le regaló a Jinping una camiseta de la selección argentina con el número ocho -símbolo de la suerte en ese país- en la espalda. Más temprano, el mandatario había participado de un acto en el Gran Palacio del Pueblo y sorprendió al acercarse a dejar una ofrenda floral en el Mausoleo de Mao Zedong (Mao Tsé-tung), máximo dirigente del Partido Comunista chino y de la República Popular China, una ideología alejada del mandatario argentino. No es la primera vez que el PRO coquetea con el comunismo. En noviembre de 2013, el asesor presidencial Jaime Durán Barba, había asegurado que el ex líder soviético, Joseph Stalin, “era un tipo de una finura impresionante”.