El presidente de México, Enrique Peña Nieto, anunció que se reforzará la capacidad de investigación de la fiscalía especializada en crímenes contra periodistas como también un mecanismo ya existente para protegerlos. Dos días después del asesinato de Javier Valdez, un reconocido y premiado reportero del estado de Sinaloa, perpetrado en el norte del país, los periodistas mexicanos salieron a decir lo suyo y a ofrecer una alternativa a la violencia que sufren. Lydia Cacho y Diego Enrique Osorno pidieron ayer una reflexión que dé paso a la acción dentro del propio gremio ante los crecientes homicidios y ataques que padece la prensa y frente a la ineficacia de las autoridades mexicanas.

El de Valdez fue el crimen de más alto perfil de los últimos años en medio de un recrudecimiento de la violencia ligada al narcotráfico. El periodista manejaba su auto por una avenida de la capital del estado de Sinaloa cuando fue interceptado por desconocidos que le dispararon. El asesinato desató protestas de colegas en distintos estados del país y en la capital, ante lo cual Peña dijo que la fiscalía especial, a la que los comunicadores consideran inútil, será dotada de más personal, más capacitada y que estaría en comunicación con los gremios periodísticos.

El mismo día también fue asesinado Jonathan Rodríguez, trabajador de un semanario de Jalisco. “Como ciudadano comparto la exigencia de justicia del gremio periodístico y de la sociedad entera. Como presidente de la república les digo que actuaremos con firmeza y determinación para detener y castigar a los responsables”, dijo Peña en un acto público donde varios periodistas gritaron “¡Justicia!”. Además, anunció el fortalecimiento de un mecanismo que brinda protección tanto a periodistas como a activistas de derechos humanos. Peña pidió a los gobernadores de los 32 estados que se hagan corresponsables junto con el gobierno federal de proteger a los periodistas. 

Los periodistas Lydia Cacho y Diego Enrique Osorno participaron en una conferencia en la capital mexicana que, inicialmente, estaba pensada para presentar el libro “La ira de México”, pero que tras el reciente asesinato del periodista Javier Valdez, acabó convirtiéndose en un alegato por la libertad de prensa. “Algo tenemos que hacer como gremio ante esta situación que va creciendo y que ya ha dejado siete homicidios de periodistas en lo que va de 2017”, señaló Osorno.

Por ello, varias organizaciones y medios de comunicación impulsarán una discusión colectiva en seis mesas de diálogo que examinarán los elementos que favorecen que la violencia se esté empleando para silenciar a los periodistas.