Desde Santa Fe

La diputada peronista Matilde Bruera advirtió ayer que “el origen de la violencia y las balaceras en Rosario es el grado de desarrollo muy importante que ha tenido el crimen organizado en la provincia” en los gobiernos del Frente Progresista, planteó que ahora “hay que hacerse cargo” del problema y adoptar desde los poderes públicos “las medidas necesarias que estén a la altura” de la crisis. Bruera marcó la responsabilidad política de la Legislatura en el deterioro de la situación porque durante un año se dedicó a perseguir al ex ministro de Seguridad Marcelo Sain, mientras se cajoneaba la reforma policial que propuso el gobierno de Omar Perotti, en octubre de 2020, hace trece meses. El paquete de tres leyes de Seguridad, Sistema Policial y Control Policial quedó varado en la comisión del ramo de la Cámara de Diputados, que controla el antecesor de Sain y uno de sus perseguidores, el ex ministro Maximiliano Pullaro. “Hay organizaciones criminales con un importante desarrollo, y si a todos los que quieren investigar estos temas se los persigue, realmente no tenemos destino”, alertó la legisladora.

En un diálogo por LT10, Bruera dijo estar “muy preocupada y ocupada por la inseguridad en la provincia, sobre todo por la violencia en Rosario”. “El clima institucional de Santa Fe es muy preocupante”.

Le preguntaron por lo que una fuente de la Casa Gris le confió al colega José Maggi, que “las balaceras de Rosario tiene una sola explicación: los recambios en las cúpulas policiales de los últimos tiempos rompieron pactos y circuitos de protección que ahora se quieren mostrar ausentes. Hay un sector de la policía que está jugando su propio partido”. “Puede ser uno de los factores, pero no creo que sea el único”, contestó Bruera. “No conozco detalles”.

-Las balaceras provocan zozobra en la población y un desánimo generalizado. ¿Cuál es su análisis? –planteó otro periodista.

-Es un problema gravísimo. Hay una cantidad de personas muertas como consecuencia de esta ola de violencia que pone en riesgo a la población. Lo advertí hace tiempo porque creo que hubo definiciones no del todo acertadas acerca del origen de la violencia. En algún momento, se sostuvo que eran ajustes de cuentas o luchas territoriales. Yo creo que es más que eso. Hay disputas de poder y disputas políticas. Los cambios en las cúpulas policiales pueden abonar a esa situación”, explicó. “Pero el origen de la violencia en Rosario es el grado de desarrollo (que tuvo) el crimen organizado”, en la época del Frente Progresista. Ahora hay que “hacerse cargo” de esa situación y adoptar las “medidas que estén a la altura” de la crisis.

Bruera marcó que la Legislatura también está en falta, por el tiempo que perdió en afrontar el problema. El Senado y la Cámara de Diputados estuvieron “más de un año persiguiendo al ex ministro Sain”, mientras los planes de seguridad del gobierno de Perotti no se discutían. “Critico lo de la Legislatura porque lo reclamé en mi propio ámbito de trabajo. El plan de seguridad (que integran las leyes de Seguridad, Sistema Policial y Control Policial) sigue cajoneado en la Cámara de Diputados”, en la comisión del área que preside otro de los detractores de Sain: el radical Juan Cruz Cándido, del bloque de Pullaro.

“El problema es que ese plan de seguridad” que Perotti propuso a la Legislatura en octubre de 2020 “ni siquiera se trató”, en la Cámara baja, donde quedó varado. “Podían estar de acuerdo o no con ese plan, pero si lo hubieran tratado se podría haber modificado, mejorado o cambiado. El problema es que no se trabajó seriamente el problema de la seguridad” en la Legislatura.

Ante otra consulta, Bruera advirtió sobre otro hecho. “Lo más preocupante es que en la provincia, donde hay un grado importante de inseguridad, se persiga a los fiscales (Matías Edery y Luis Schiappa Pietra) que investigan el crimen organizado, que es el origen de todo esto. El origen de todo esto es que hay un desarrollo muy importante del crimen organizado en la provincia vinculado al narcotráfico, el contrabando, el juego clandestino y el sicariato. Hay organizaciones criminales con un importante desarrollo y si a todos los que quieren investigar esos temas (se los persigue, como ocurrió con Sain), realmente no tenemos destino”, concluyó.