El equipo económico busca cerrar las heridas antes de lanzarse a dar batalla en uno de los frentes más difíciles que le toca enfrentar en 2022: el inflacionario. Por iniciativa, aparentemente, del propio Martín Guzmán, el ministro de Economía reunió el viernes por la mañana en uno de los salones principales del quinto piso del Palacio de Hacienda a Matías Kulfas y Roberto Feletti, con el objetivo, y necesidad, de unificar la estrategia en materia de política de precios. El resultado fue la ratificación de la política de acuerdos de precios con distintos sectores empresarios, principalmente de los rubros de alimentos y medicamentos, que continuarán a todo lo largo de 2022. Se le dio respaldo nuevamente a la política de congelamiento que aplicó la Secretaría de Comercio y que se extenderá hasta el 7 de enero, fecha en la que se confia alcanzar acuerdos para que la estabilidad de precios continúe "por consenso con el sector empresario". 

Guzmán esutvo acompañado por Fernando Morra, secretario de Política Económica, quien repasó las políticas macro y sus proyecciones para 2022, que buscarán operar como ancla antiinflacionaria. Los invitados, el ministro de Desarrollo Productivo Kulfas y el secretario de Comercio Interior Feletti, vienen de protagonizar un áspero cruce en los medios que terminaron reflejando diferentes posicionamientos ante los sectores económicos más concentrados, a los que desde una visión heterodoxa de la economía, se los considera principales responsables de la formación de precios y de remarcaciones muchas veces injustificadas desde el punto de vista de los costos. 

El propósito del encuentro fue unificar criterios y definir líneas de acción para los próximos meses. Será un tema crucial para el actual gobierno, dadas las consecuencias sociales en materia de redistribución negativa que ha tenido una inflación elevada, como por el costo político que debe pagar por el desencanto y el malhumor social. Además, está claro que la manifestación de discrepancias dentro del elenco gobernante es aprovechado por los sectores más concentrados porque se traducen, inevitablemente, en un debilitamiento de los controles. Y dan mayor espacio, como contracara, a los abusos. 

En la reunión de este viernes se puso sobre la mesa este planteo, y la necesidad de dejar atrás la discrepancias para avanzar en una política de precios más firme. Se acordó en los siguientes puntos:

* Se trabajará en el diseño de políticas de acuerdos de precios a aplicar durante todo el año 2022, arrancando por un acuerdo amplio sobre precios de alimentos y otros artículos de primera necesidad para el hogar, que debería aplicarse a partir de la salida del actual congelamiento, que rige hasta el 7 de enero. En el mismo sentido, se apuntará a consensuar con el sector de laboratorios un acuerdo extendido sobre el precio de los medicamentos, para continuar con el actual esquema de precios controlados. 

* "No hay forma de salir, en el actual contexto, de los controles o regulaciones de precios en artículos de primera necesidad, pero el objetivo primero es que esos listados se alcancen por acuerdo con quienes los producen y venden", se coincidió en la mesa de ministros y secretarios de este viernes. En el mismo sentido, se reivindicó la política de precios seguida hasta ahora, incluído el congelamiento de precios, como "una medida necesaria del gobierno cuando ciertas empresas se negaban a consensuar". 

* De aquí en adelante, será importante "fortalecer los acuerdos de precios en 2022, para atacar el componente de inercia inflacionaria de este proceso, y como un ancla más para ir logrando la reducción paulatina de la inflación". Se considera a los acuerdos como un "complemento necesario de un esquema de política macroeconómica consistente" para atacar la inflación.

* La integración de los acuerdos de precios como parte del diseño de políticas de estabilización del gobierno argentino fue planteada ante el Fondo Monetario como parte de las discusiones que se mantienen con el straff técnico del organismo. 

Se dijo en el encuentro en el Palacio de Hacienda, además, que los acuerdos de precios, como herramienta, cumplirán un rol principal en el trabajo en conjunto que se desarrolle con el sector privado. De allí la importancia de su fortalecimiento y de que el gobierno no exhiba fisuras que lo debiliten. Existen discrepancias entre los funcionarios acerca de la eficacia o la conveniencia de echar mano a a ciertos instrumentos, como las retenciones a las exportaciones, pero se evitará dirimirlas en público. No es que haya medidas vedadas, pero será en discusiones internas donde se decida cuándo y cómo se deberían convertir en medidas a aplicar.