Es una noticia feliz para las y los trabajadores del Ministerio de Cultura, que estaban bajo contrato, saber de su pase a planta permanente. También es una noticia feliz para el propio Ministerio formalizar como corresponde a un grupo laboral con el cual se pudo, entre muchas otras cuestiones, sobrellevar la pandemia. “Es un reconocimiento a gente que ha trabajado muy bien. Pasaron 88 contratados a planta permanente, todos venían de la gestión anterior. Cuando empezamos con La Seguimos en Casa y La Seguimos en Vivo, todos estos chicos, toda esta gente, se arriesgó con un simple barbijo, a riesgo de contagiarse. Esto es un premio; para el Estado, al incorporar a gente preparada, y para ellos por los derechos adquiridos. Y también es un reconocimiento del gobernador Omar Perotti, a quien le agradezco muchísimo este gesto”, destacó a Rosario/12 Jorge Llonch, ministro de Cultura.

“El corte se hizo en la paritaria de diciembre 2018, o sea que la gente que estaba contratada antes de esa fecha pasó a planta y a los 45 que fueron contratados después se les volverá a renovar los contratos. Es importante señalar que durante los primeros meses de gestión nosotros hicimos cambios de categoría. Había gente que era administrativa y estaba con un contrato artístico, y no se puede abusar de gente monotributista de esa manera. Lo que hicimos al principio de la gestión de Omar Perotti fue emprolijar esos contratos y pasarlos al artículo 169 y el artículo 8, que son dos contratos con decretos, para que dejara de ser una simple firma del ministro de Cultura contra los fondos que vienen de Lotería, cuando el primer balance de Lotería es casi a principios de marzo. Es un recurso que podés usar para hacer un contrato artístico pero como ministro no podés hacerlo con una persona a la que tenés desde hace 5 o 6 años. Si bien era una situación precaria de muchísimos años, ya tenían un contrato superior que era un decreto”, prosigue el ministro.

Entre los señalamientos de Llonch, hay uno que destaca: “Si bien hubo una negociación, asambleas y discusiones, siempre fueron en términos absolutamente institucionales; nunca hubo de parte de los trabajadores o del Estado un desentendimiento, siempre hubo charla, también con los sindicatos y los delegados. Nunca tuvimos un problema, nunca nos suspendieron una función. Hubo reclamos lógicos, y tanto el gobernador como yo tenemos que agradecer que todo este tránsito haya sido desde una relación absolutamente institucional”.

-Luego de las exigencias suscitadas por la pandemia y con las actividades recuperándose, es gratificante culminar el año de esta manera.

-Son trabajadores, es toda gente que labura. Esto lo hablé con Chiqui (González) cuando estábamos haciendo la transición, en términos de confianza; ella me dijo: “Jorge, quedate tranquilo, es gente preparada”. Y así fue. Por otra parte, como funcionario no podés inventar 150 personas preparadas, para que trabajen en los organismos y espacios culturales. No solo fue un tesoro recibir esta gente, ya formada, sino que también hubo una continuidad en el trabajo. El empleado público no aprende de golpe. Ahora también, hay en proceso de decreto subrogancia con gente que venía trabajando en una categoría pero subrogando en otra, eso está en proceso de solución.

Hay una satisfacción que debe resaltarse y el ministro la subraya: “El trabajador ahora puede sentir que ya tiene una seguridad jurídica, porque pasa a ser un empleado estable, con sueldo, jubilación, obra social. Los beneficios son muchos y uno se pone contento de que la gente que está trabajando tenga –lo que a veces decimos desde lo social y militante– derechos adquiridos. Es una gran alegría para nosotros, porque siempre vamos a estar del lado de los trabajadores”.