El juez federal de Garantías N° 1 de Salta, Julio Bavio, dictó la prisión preventiva de Primitivo Valencia y Atilia Vilte, pareja que fue detenida el viernes último con 123 kilos de cocaína en su poder. El magistrado también hizo lugar a la imputación penal planteada por la auxiliar fiscal Mariana Gamba Cremaschi, que acusó a la pareja por transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes. 

La detención de Valencia y Vilte fue casi en la medianoche del viernes último, en la ruta nacional 40, a la altura del departamento jujeño de Santa Catalina, distante a 67 kilómetros de la ciudad de La Quiaca.

Según explicó la auxiliar fiscal en la audiencia de imputación, la detención de Vilte y Valencia y el secuestro de la droga no fue un hecho casual, sino el resultado de una investigación llevada adelante por la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) Regional NOA y que se inició hace un año ya. 

La defensa hizo un planteo de incompetencia territorial, dado que fue detenida en Jujuy, pero la auxiliar fiscal argumentó que el operativo fue el corolario de una investigación ya realizada por la PROCUNAR NOA, y el juez compartió este criterio. 

Gamba Cremaschi detalló que, a partir de informes de inteligencia criminal, se comenzó a investigar a una compleja organización que obtenía la cocaína del Estado Plurinacional de Bolivia y que una vez introducida en el país era trasladada a través del corredor andino de Salta y Jujuy.

Para esa tarea se valían de personas conocedoras de la zona que transportaban la droga en un primer tramo a pie, cargando la cocaína en mochilas y por senderos de cerros y quebradas, para finalmente decantar en la ruta 40. 

La auxiliar fiscal dijo que esta operación era monitoreada el viernes pasado en Santa Catalina, porque ya se tenía información de que una importante cantidad de droga iba a bajar de los cerros, y que luego iba a ser trasladada por Valencia y Vilte en un vehículo.

En esa tarea, un grupo de efectivos de la Gendarmería Nacional se apostó en la zona, donde efectivamente verificaron que, al caer la noche, los ahora acusados llegaron al lugar en una camioneta Ford F100, y luego vieron que de la ladera del cerro bajaban mochileros que se alumbraban el camino con linternas.

Entonces los gendarmes se acercaron al vehículo. Seis personas que estaban ya en la caja de la camioneta, saltaron y escaparon, pero Valencia y Vilte fueron detenidos.

Por la oscuridad de ese lugar y bajo las directivas de la fiscalía, los gendarmes trasladaron a ambas personas y la camioneta hasta la base operativa de La Quiaca, donde verificaron que efectivamente había paquetes con droga en las seis mochilas abandonadas por las personas que escaparon. El peso total de la cocaína era de 123 kilos con 100 gramos.

El juez Bavio dispuso que Valencia y Vilte permanezcan en prisión preventiva y compartió sobre este particular con los argumentos de la auxiliar fiscal en cuanto a la naturaleza y gravedad del hecho, como también sobre los riesgos procesales de fuga y entorpecimiento de la investigación.

La defensa cuestionó que la imputación fuera por un delito agravado, pero Gamba Cremaschi hizo notar que del hecho participaron los seis mochileros que huyeron, y que hay otros implicados que fueron parte en la logística del transporte de la droga. 

Otra vez el juez coincidió con la fiscalía y rechazó el planteo de la defensa, y tampoco hizo lugar a un pedido de prisión domiciliaria para Vilte. Sobre la mujer, la fiscalía resaltó su falta de arraigo, su residencia próxima a la frontera y un registro migratorio irregular.