Hay algo que me parece importante para entender lo que está pasando hoy en día. Eso necesita retomar la cuestión del lado de la historia de las civilizaciones, y especialmente del lado de la civilización europea y occidental. En el siglo XVI-XVII hubo un cambio fundamental que tocó la información. ¿Qué quiero decir? ¿A qué aludo? Aludo a la invención de la impresión, es decir al hecho de que si antes la reproducción de los escritos, cualesquiera que sean estos escritos, implicaba las manos y las plumas, a partir de Gutenberg, los medios de información empiezan a disponer de una reproducción por medios de los caracteres de hierro que permiten imprimir. Y eso tuvo un efecto de cambio tremendo. A partir de este momento, por ejemplo, se desarrolló la religión protestante con Lutero que utilizó con hojas de papelitos -llamados libeles- la difusión de esta nueva interpretación de la religión cristiana. 

Pienso que hoy en día hay una nueva invención en la transmisión de la información que cambió todo. No se trata del alfabeto, se trata de la pareja 0-1 tal como funciona en los computadores y eso fue una invención inglesa que se desarrolló con Von Neumann y que cambió toda la circulación, la difusión de la información de la cual nos beneficiamos hoy, aquí mismo, en este momento. 

Yo estoy en Francia, en mi consultorio. Ustedes están en la Universidad de Buenos Aires. Sus cuerpos y mi cuerpo funcionan a partir de pixeles, de imagen, de voz. Toda esta información transmitida de esta manera. Esta segunda revolución, cambio en la difusión de la información, permitió el desencadenamiento, el desarrollo de todas las redes sociales, todos los medios de comunicación y eso permitió a los sujetos estar con la imagen, con la palabra singular, como egos, como yoes y no como sujetos. No es que dejan de ser sujetos. 

Sí, en el dispositivo analítico y que tienen, por esta misma razón, un inconsciente, es decir una represión o una forclusión -depende de la estructura-. Pero absoluta y claramente, lo que hoy se difunde es la palabra de los yoes que yo llamo desassortis (descabalado, desparejo, desabastecido) y que creen que sus propias palabras, su propio pensamiento es original cuando claramente son las mismas consecuencias de la cadena significante. Es decir que implica la misma sumisión al Otro de lo simbólico y al Otro de lo social.

Lo que quería realmente proponerles como hipótesis es que este cambio en la circulación de la información tocó de distintas maneras la teoría analítica de las estructuras tal cual como estaban organizadas en Freud y en el mismo Lacan entre neurosis, psicosis y perversión. Yo sostengo que las psicosis es el régimen ordinario del psiquismo hoy. Ha dejado de ser una estructura patológica que, a mi parecer -a partir de mi práctica analítica-, la psicosis en el sentido estructural antiguo no es para nada una dificultad en el lazo social. Ocurre que puede ser un joker, como se ve muy bien, por ejemplo, en la patología de algunos jefes de Estado actuales. Y el segundo punto que me parece importante es que la dimensión de lo inconsciente está cubierta hoy por la dimensión de lo imaginario y del yo. Implica una creencia en la dominación nueva, en la dominación desencadenada -si puedo decir-. 

*Fragmento de la Conferencia en el XIII Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología, en la Facultad de Psicología de la UBA, el 26/11/21. Malestar en la Cultura en el S.XXI: los Unos-solo y la Orientación Contemporánea por la Dimensión de lo Posible.