¿Las razones de un éxito? Más de un productor televisivo mataría por ello; y si lo hiciera en un ámbito de la marina norteamericana allí estaría el equipo de NCIS para resolverlo. Entrega de procedimiento investigativo (surgida tras el monolito de CSI y su contemporánea Bones) que sin estridencias pero con la convicción de atarse a un género, sigue a un grupo de agentes navales de Washington. La serie (emitida por AXN los miércoles a las 22) es uno de esos huesos televisivos duros de roer con una franquicia exultante –Los Angeles y Nueva Orleans–. Al presente va por su decimocuarta temporada y no parece tener intenciones de parar. Tan resistente que el año pasado soportó el fallecimiento de su showrunner, Gary Glasberg. 

Recientemente, Ellie Bishop y Nick Torres se sumaron al equipo (interpretados por Emily Wickersham y Wilmer Valderrama, respectivamente). La actriz, que antes había participado de Los Soprano, asegura el suceso se explica por los personajes. “A diferencia de otros de su tipo, realmente llegás a conocerlos a fondo. Como seres humanos, hay química entre ellos, no son algo dado, realmente los guionistas se esfuerzan para presentarlos de una manera muy detallada y distintiva”, cuenta la intérprete en una teleconferencia de la que participó PáginaI12.

Junto a los casos de cada semana (con oficiales, magnates petroleros y crossovers incluidos) suelen aparecer intrigas a descular sobre los propios investigadores encabezados por Gibbs (Mark Marmon). “Nunca sabemos demasiado sobre lo que vendrá, ni siquiera sobre el próximo episodio, pero se palpa que los nuevos somos centrales”, intuye Wickersham. Torres, por ejemplo, es un agente rodeado de misterio por su desaparición durante ocho años. El caso de Bishop es bien diferente. Encarna a una analista esencial que por sus capacidades predictivas se volvió una de las favoritas del jefe. “Ser parte de este mundo es un antes y un después porque el programa es conocido en todo el mundo. Es como estar arriba de un tren que nunca se detiene”, dice Wickersham. 

–La serie se caracteriza por tener sus momentos de comedia. ¿Es importante es ese elemento? 

–Sí, totalmente. Es un procedural duro y el foco siempre será el caso de la semana. A su vez, creo que NCIS justamente se ha destacado de otros programas de este género por la inclusión del humor. Los fans están muy apegados a los personajes y el humor ayuda a que se genere esa empatía. Porque pasa en cualquier trabajo. Cuando interactuás en un ámbito laboral pasa eso. Le da un toque más ligero a la entrega entre la oscuridad que despiertan los crímenes. Pero siempre ayuda a entender mejor a un personaje. Es como un ancla. 

–¿Qué le suma Ellie ella al equipo? ¿Qué se necesita tener para ser parte de este team?

–Ella es una analista y es por eso que a veces parezca un tanto solitaria. Es inteligente, leal, pero a su vez es una jugadora de equipo y este tipo de trabajo le permite mejorar su talento. Estar ahí afuera, atrapando a quien sea, tenés que ser franco y poder adaptarte. Ella tenía eso antes de ser parte de NCIS, pero claramente ha perfeccionado sus técnicas. Casi que es otro personaje si la comparo con sus primeros episodios.

–Cuando NCIS comenzó usted actuaba en Los Soprano. ¿Cómo analiza la actualidad de la ficción televisiva?  

–En un punto es gracioso que de Los Soprano haya pasado a un programa como NCIS. En cuanto a los tiempos era realmente otro mundo y ahora la tevé está en un momento muy ambulante. Lo de los actores de cine que pasan a la tevé, por ejemplo. Lo mejor es que se han abierto las opciones. Hay tantos programas ahí afuera, uno no sabe por dónde empezar. NCIS, particularmente, es de los últimos de su clase. Cada vez es más raro el modelo de 24 episodios por temporada, ahí se nota la presencia de Amazon Video y Netflix. Pero NCIS se mantiene fuerte entre tantos cambios que de por sí son positivos.  

–Su personaje es uno de los pocos femeninos en una serie bastante masculina. ¿Su presencia equilibra las cosas?

–Es cierto. Ahora somos tres. Pero Ellie es de las que está en la calle con “los chicos”. Una de las directrices que me dieron cuando comenzamos es que ella tenía hermanos varones mayores y por eso estaba tan cómoda entre ellos. Este ambiente masculino y de machos alfa no la intimida tanto. Se maneja bastante bien en ese entorno.  

–¿Ha aprendido algo de Ellie?

–He aprendido junto a ella. Era intimidante para mí sumarme a un elenco tan establecido y a ella le pasaba algo parecido. Creo que ha ganado la confianza de sus colegas y es una mujer fuerte en ese cuarto.