La victoria del domingo ante Racing dejó dos certezas a los dirigentes de Central. La primera, que el club comprará el pase de Washington Camacho a la Academia de Avellaneda a pesar de que el volante uruguayo tiene 31 años; la segunda, que es improbable que Cristian Villagra vuelva a jugar con la camiseta canaya. El equipo de Paolo Montero visitará el domingo a River y Villagra no jugará a pesar de estar lesionado Víctor Salazar y suspendido Paulo Ferrari, por acusar el fin de semana una dolencia que no se constató.

Camacho se queda. El Central de Montero sorprende con su rendimiento y una de las razones de su eficiente juego es el nivel de Camacho. Con ocho goles en el torneo, el uruguayo es el goleador del equipo --Ruben tiene seis, Teo Gutiérrez cuatro-- y pieza relevante en el andar colectivo. Es la figura que quizá menos se luce pero el volante reemplazó a Walter Montoya como pocos esperaban, más aún luego de sus erráticas presentaciones cuando ingresaba como suplente bajo las órdenes de Eduardo Coudet.

El pase de Camacho pertenece a Racing en el 90 por ciento. El diez porciento restante Central lo compró cuando firmó su llegada a préstamo por 100 mil dólares. El mes que viene el volante debe regresar a Avellaneda. Pero el viaje de regreso nunca lo hará porque en Arroyito tomaron la decisión de comprar su pase valuado en 900 mil dólares en su opción de compra, incluso a pesar de que se trata de un jugador de 31 años, es decir que no tiene valor de reventa. Central lo comprará consciente que esa inversión redundará solo en beneficios para el equipo si Camacho mantiene su nivel en las próximas temporadas, no así para la tesorería. El jugador se le ofrecerá además un contrato de tres años con el club.

Villagra se va. "No creo que Villagra vuelva a jugar en Central", confió un colaborador de la dirigencia de Central. El pronóstico, de cual todos creen en Arroyito que se cumplirá, se hace en la semana donde Villagra parece imprescindible para el entrenador dado que sigue de baja por lesión Salazar y está suspendido Ferrari para visitar a River, además de tener que suplir Montero en el mitad de cancha a Damián Musto, con lesión muscular. Lo que ocurrió con Villagra parece no tener retorno y nace en el partido con San Lorenzo, cuando fue amonestado y se perdió el clásico con Newell's por acumulación de amarillas. Villagra entró a jugar en el Nuevo Gasómetro a los 38 minutos por el lesionado Salazar, consciente de que el lateral titular no se iba a recuperar para el juego en el Coloso y no se cuidó. 

El disgusto en Central por la amarilla que no evitó Villagra se multiplicó el sábado pasado, cuando el jugador pidió no jugar ante Racing. El lateral acusó un dolor que no pudo ser constatado y obligó a Montero a acudir a Esteban Burgos, quien acumulaba seis meses sin jugar.  El domingo ante River no podrán jugar Salazar y Ferrari. Montero está dispuesto a improvisar porque tiene decidido prescindir de Villagra, quien el mes que viene se queda sin contrato con la institución. "El jugador no está bien anímicamente, lo afectan las críticas de los hinchas", apuntaron en el entorno del defensor.