El atentado suicida de Manchester generó sospechas sobre la participación de más de un terrorista. “La posición del atacante suicida y el momento de la detonación, que maximizó las muertes en un espacio cerrado, al tiempo que se esquivaron los controles de seguridad, sugiere que se había previsto un número importante de elementos para la operación”, afirmó Kit Nicholl, analista de seguridad en IHS Markit. “Al esperar a que la gente saliera por el perímetro de seguridad antes de llevar a cabo la explosión, el atacante ilustró la vulnerabilidad de estas citas masivas a pesar de las medidas de seguridad en el lugar y en los propios estadios”, opinó Otso Iho, del Jane’s Terrorism & Insurgency Center (JTIC).