El Gobierno celebró ayer al estimar que la inflación de mayo podría estar en torno al 1,8 por ciento, pese a lo cual volvió a mostrar expectativas de conseguir una tasa de inflación del 17 por ciento para el cierre de este año. Si se diera ese pronóstico, anticipado por el ministro de Justicia, Germán Garavano, quien actuó como vocero del gabinete al fin de la reunión de ministros con el Presidente de la Nación, el aumento de precios minoristas en los primeros cinco meses del año superaría el 11 por ciento. En tal caso, para los restantes siete meses debería tener aumentos de precios no superiores al 0,8 por ciento en cada uno de ellos para cumplir la ansiada meta. Desde este punto de vista, el eventual 1,8 por ciento de mayo no sería nada auspicioso, aunque pueda haber quien la compare con abril (suba del 2,6 por ciento) y pueda decir que “la inflación bajó”. 

Nicolás Dujovne, en la reunión que mantuvieron los funcionarios del equipo económico con el presidente Mauricio Macri, le habría adelantado además que “mayo marcó varios signos positivos sobre el crecimiento”. El Gobierno, desde principio de 2016, viene vaticinando una recuperación que aún no se concreta.