El escritor Emmanuel Carrère presenta En un muelle de Normandía, su tercera película como director, para la que convocó como protagonista a Juliette Binoche y está basada en el best seller El muelle de Ouistreham, de la periodista de Libération y Le Nouvel Observateur Florence Aubenas, que narra la historia de una periodista que comienza a trabajar como limpiadora en un pueblo de Normandía con el fin de visibilizar una forma de vida ignorada por la mayor parte de la sociedad.

Se trata de una película que marca el regreso del autor de El adversario y De vidas ajenas a la pantalla grande después de 16 años y que ya fue presentada en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde el escritor dijo al diario La Vanguardia que si bien "han pasado 10 años desde la publicación de la obra, la realidad que refleja es todavía más actual. Continúa existiendo ese mundo del trabajo precario y en los últimos años ha nacido un movimiento muy importante en Francia, el de los chalecos amarillos, que es una verdadera revuelta sociológica".

"Creo que las protagonistas de la película podrían ser perfectamente chalecos amarillos", explicaba en su paso por el Festival de San Sebastián sobre la película que se estrena ahora en Francia.

"No sé si es una denuncia; es la historia de una persona que durante un período decide compartir la condición social de trabajadoras que no viven como ella. El libro sigue estando muy presente en Francia, en la memoria de la gente. Además, es un libro útil que ha dejado su granito de arena: ha cambiado la mirada de la población sobre esas trabajadoras invisibles", explica Carrère.

El contraste entre el papel que juega la periodista y la realidad de las trabajadoras de la limpieza se resuelve a través de un componente particular del que la película sale bien parada: Binoche comparte reparto con actrices no profesionales.

"El encuentro entre una estrella del cine y actrices no profesionales era la clave de la película. Obviamente, no tenía ninguna duda sobre el trabajo de Juliette Binoche, pero sí me dejó más sorprendido su capacidad de ayudar justamente a las otras actrices, una generosidad impactante… Ocurrió algo, y es que al final yo tenía la sensación de que ella dirigía más la película que yo. Se conformó algo muy bonito; los primeros días desconfiaban un poco de ella, de cómo iba a ir este encuentro... Al final, creo que tanto ellas como yo hemos disfrutado mucho de esta situación, y tener a Binoche como coach ha sido un lujo", explica Carrère.

El autor de Limonov dijo que confía en hacer "una cuarta película" (además de La moustache y su nuevo estreno, en 2003 filmó un documental) pero que mientras tanto, se encuentra inmerso en un nuevo libro.