Yendo a la realidad, ya como ciudadana, cuando piensa el país, ¿qué es lo que más le preocupa de la Argentina?

  –Me preocupa el mundo en general en manos empresariales. Me preocupa esta especie de Plan Cóndor que en lugar de terror y armas, utiliza dinero y mensajes de filosofía barata que empezaron con Obama y su “Yes, we can” y terminaron en Trump. Me preocupa mucho el mal uso y el deterioro de los recursos naturales en aras de ganancias económicas inmediatas. Me preocupa que personas inteligentes sean presas fáciles de fórmulas que les impiden pensar por sí mismas. No me gustan los mandatarios en general. Todo político que se erige en el poder tiene que haber transado y negociado alguna que otra cosa éticamente innegociable.