Ayer fue un día convulsionado en la localidad de Rosario de Lerma debido a que un grupo de unas 200 personas pertenecientes a los movimientos sociales Nuestramérica, el MTE Rural (Movimiento de Trabajadores Excluidos) y Mi Argentina, se apostaron en la puerta del Ejecutivo municipal exigiendo que les devuelvan las mercaderías que mes a mes reciben para sus merenderos, las cuales dan de comer a más de 400 niñes y mujeres embarazadas.

Las referentas de los espacios sociales denunciaron que el intendente, Enrique Martínez, decidió cortarles el suministro en represalia tras haberse adherido a la jornada de acampe, realizada a nivel nacional, el pasado jueves 31 de marzo.

Aquel día, las organizaciones instalaron carpas y acercaron un petitorio solicitando audiencia con el intendente: tierra para trabajar, herramientas para realizar el desmalezado de las plazas, y participación en los proyectos que ejecute el municipio.

Yanet Morales, integrante del Movimiento Popular Nuestramérica, relató a Salta/12 que tras la marcha con acampe del jueves pasado, el municipio decidió cortarles la ayuda que habitualmente llegaba los últimos días del mes. “Esa era una marcha a nivel nacional que se pedía en todos lados las mismas cosas”, sostuvo, y aclaró que “no era en contra de nadie en particular, sino un reclamo general para mejorar la situación de los que menos tienen”.

“Pero ellos lo tomaron mal y nos cortaron esa ayuda”, agregó, y subrayó que los merenderos que no responden a sus organizaciones recibieron la mercadería como lo hacen habitualmente, por lo que denunció discriminación hacia esos movimientos “solo por manifestarnos”. “Tenían que venir el jueves y no lo hicieron, tampoco el viernes, pero decidimos esperar hasta el lunes, y hoy (por el martes) ya se colmó nuestra paciencia y no nos vamos a ir hasta que el intendente no nos de la seguridad que van a volver a aportar esa mercadería que necesitamos”, acotó.

Morales explicó que el lunes hablaron con la secretaria de Acción Social, Sandra Cardozo, y que ella misma les contestó “que no tenía nada que hablar y aclarar con nosotros, nos trataron re mal y por eso decidimos salir a cortar la calle y hacer una olla popular”. “Ella responde al intendente, y es él el que no quiere atendernos y ayudarnos”, añadió.

Cada uno de los merenderos, distribuidos en los barrios populares de la localidad del Valle de Lerma, ubicada a 35 kilómetros de la ciudad de Salta, recibe cotidianamente a unos 150 niñes, jóvenes y mujeres embarazadas, “les damos la merienda de lunes a viernes porque muchas veces ni cenan”, comentó Morales.

El municipio realiza un aporte de algunos alimentos no perecederos “que sirven para seguir sumando a lo que conseguimos todos los días con aportes de empresas y comercios de por acá, de la provincia y de lo que ponemos todos con rifas, lotas y lo que tenemos a nuestro alcance”.

Por último, destacó que estaban recibiendo amenazas de no volver a darles alimentos si seguían manifestándose “y sacarnos con la Infantería de la plaza”. La policía de tránsito multó por una infracción de tránsito a uno de los integrantes de la organización que llevaba bebidas al acampe, “le quitaron el carnet de conducir y le dijeron que si levantamos la manifestación se lo devolvían”.

Morales afirmó que no se moverán de ese lugar hasta que el intendente les atienda o algún funcionario les entregue la mercadería comprometida para sostener sus merenderos, “nosotras no podemos cerrar, porque la gente necesita comer todos los días, y necesitamos de esa ayuda”, concluyó.

Desde el municipio nadie quiso dar respuesta a la denuncia de los movimientos sociales.