En una reunión privada, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, le ofreció al diputado radical Ricardo Alfonsín integrar la lista provincial de Cambiemos de cara a las legislativas de octubre, pero el hijo del expresidente rechazó la propuesta y retrucó que no está dispuesto a renovar su banca si el PRO no habilita las PASO en Buenos Aires, a lo que la mandataria también se negó. Alfonsín se mostró muy crítico días atrás sobre las diferencias con el macrismo en el armado de las listas y fustigó: "A los candidatos de la Unión Cívica Radical no los elige el PRO". Los tironeos entre los dos partidos aliados se repiten también en Santa Fe y Córdoba y quedaron expuestos en la Ciudad de Buenos Aires. 

La reunión entre ambos ocurrió la semana pasada, según informó la agencia DyN, y la mandataria se habría ofrecido a interceder para habilitar el desembarco de Alfonsín en una embajada, ante la negativa de integrar las listas legislativas sin pasar por una compulsa interna en las PASO de agosto. 

El radicalismo reclama al PRO tres lugares en la lista de diputados nacionales de Buenos Aires, entre los cuales no contemplan la posible postulación del neurocientífico Facundo Manes, que llegaría de la mano del macrismo. Desde el sector de Alfonsín sostiene que sin un proceso de internas, el hijo del expresidente no prestará su nombre, aunque sí podría impulsar algún candidato desde su sector. 

"Nosotros no decidimos sobre los candidatos del PRO, ni los de la Coalición Cívica, entonces tampoco vamos a permitir que nuestros candidatos los elijan otros”, advirtió Alfonsín la semana pasada. 

Las internas entre los aliados de Cambiemos no se limitan al terruño de Vidal. En la Ciudad de Buenos Aires la negativa del PRO a abrir las internas quedó expuesta con la candidatura del exembajador Martín Lousteau, respaldado por la UCR porteña. En Santa Fe, la interna también quedó ventilada con la confirmación de la candidatura del radical secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Albor Cantard, a la cabeza de la lista, pero como pieza de cambio por el diputado y extitular de la UCR Mario Barletta, a quien le bajaron el pulgar desde la Casa Rosada. 

Las diferencias también tiene eco en Córdoba, donde el candidato del radicalismo Diego Mestre fue relegado del primer lugar por el PRO que ubicó en ese puesto a Héctor Baldassi con la venia de Macri. Por este cúmulo de decepciones, la cúpula de la UCR se reunirá el martes próximo para revisar la estrategia electoral del partido ante el miedo de perder bancas en el Parlamento en detrimento del PRO.