La oficial de la flamante Policía de la Ciudad, Susana Aveni, detenida por la causa que investiga una asociación ilícita de uniformados que pedían coimas a vecinos de los barrios de Núñez y Saavedra, pidió ser trasladada de la cárcel de Ezeiza a otra dependencia policial, “para poder recibir la visita de mi mamá de 86 años”. La semana pasada, la Sala VII de la Cámara del Crimen había confirmado su procesamiento, con prisión preventiva, al igual que al ex jefe de la fuerza de seguridad porteña, Pedro Potocar (foto).

“Tengo casi 60 años de edad y una madre de 86 años, y que en este momento está enferma por haber tomado frío haciendo la fila para visitarme en Ezeiza”, se excusó Aveni frente al juez de instrucción Ricardo Farías, quien lleva adelante la investigación judicial. Una fuente judicial aseguró que Aveni “reclamó ser trasladada a otro alojamiento ya que no quería compartir el pabellón con mujeres condenadas”. “Quiero pedir en lo posible ir a un edificio de la Gendarmería Nacional o de alguna fuerza de seguridad. Incluso que se contemple la posibilidad de que me puedan alojar en alguna dependencia de la Policía Montada”, insistió Aveni.

La declaración de la ex jefa de circunscripción sucedió ayer por la mañana, cuando la oficial de la Policía de la Ciudad fue trasladada hasta el Juzgado Criminal y Correccional N°14 para ampliar su declaración indagatoria en el despacho de Farías. Allí, volvió a rechazar la acusación en su contra y desligó toda la responsabilidad al comisario Raúl Villarreal, encargado de la comisaría 35° de Núñez y prófugo desde que se desató la investigación, en enero de este año. Aveni también indicó que su detención es completamente arbitraria. “A mi me deniegan la libertad por un trapito que dice que tiene miedo y con los mismo argumentos le dieron a la libertad a (Marcelo) Stefanetti, subcomisario de la 35°”, sostuvo.

Por su parte, el juez Farías volvió a leerle la acusación que comparte Aveni junto a Potocar. Ambos están imputados de los delitos de “asociación ilícita” y “cohecho”, en la causa que investiga una recaudación ilegal de policías de la comisaría 35° a los comerciantes de Núñez y Saavedra.

La primera sospecha sobre la participación de Aveni y Potocar fue durante la declaración de los ex comisarios Stefanetti y Hernán Kovacevich, en febrero de este año, quienes aseguraron que tanto Aveni como Potocar –en aquel momento a cargo de la Dirección General de Comisarías– recibían parte de las coimas que le exigían a trapitos y comerciantes, a cambio de “seguridad”. Luego, el fiscal a cargo de la investigación, José María Campagnoli, dispuso un allanamiento en aquella seccional de Núñez, donde secuestraron  cuadernos de la oficina del por entonces jefe de la departamental 35ª, comisario Norberto Villarreal, actualmente prófugo. En esa libreta, Aveni (con el apodo “Gorda”) aparece como uno de los destinatarios finales de la recaudación ilegal.

El 25 de abril, Aveni fue detenida por uniformados de Gendarmería Nacional y trasladada al penal de mujeres de Ezeiza. Luego de pedir su excarcelación, los jueces Mariano Scotto y Mauro Divito dictaron su prisión preventiva, al considerar que “por las características de los sucesos; el cargo que ostentaba Aveni al momento de los hechos; y la gravedad de la imputación formulada, podría haber peligro de elusión de la justicia”.