Los trabajadores de la línea 60 de colectivos convocaron ayer a un paro a raíz del despido de diez empleados y la suspensión de otros veinte. Los choferes iniciaron la huelga tras el vencimiento de la conciliación obligatoria dispuesta por el Ministerio de Trabajo. “No descartamos continuar con el paro por tiempo indeterminado”, advirtió Esteban Simonetta, delegado de la línea 60. El conflicto comenzó el año pasado con la muerte del mecánico David Ramallo, de 35 años, mientras arreglaba una unidad en el taller de la nueva terminal de Barracas. Desde ese momento, los trabajadores iniciaron un reclamo por mayores medidas de seguridad, a lo que la empresa respondió con el despido de diez empleados, entre técnicos y choferes, y la suspensión de otros veinte. Según contó Simonetta, “en las reuniones del ministerio la empresa discutía los mayores costos laborales. Le estaba pidiendo al Gobierno que le dé más subsidios y, si no, que la deje flexibilizar, mientras nosotros estábamos lamentando la muerte de un trabajador”. La línea 60, que une la Capital Federal con los partidos bonaerenses de Tigre y Escobar, traslada en forma diaria, en sus 19 ramales, a unos 250 mil pasajeros.