¿Quién es esa chica? Entre el hip-hop, r’n’b, trap y soul se mueve la ingobernable Blu Samu, nombre artístico de la belga-portuguesa Salomé Dos Santos, que ha vuelto al ruedo con el sencillo Turquoise. Anticipo de su segundo EP, el track explica el entusiasmo de la crítica europea, que llama a esta ascendente joven “una pepita de oro” desde que saliera Moka, su primer trabajo. Nacida en Amberes, instalada en Bruselas, lo suyo ronda el fado futurista, las baladas modernas y el rap a lo Missy Elliott, a quien -desde luego- admira esta declarada samurái del verso.

Lady Gaga

Quítame el aliento. Está a la vuelta de la esquina el retorno del piloto rebeldón Maverick, personaje que catapultó al estrellato a Tom Cruise, y Top Gun 2 ya dejó caer su power ballad principal, con firma de Lady Gaga. Una artista consagrada, con evidente aplomo para una faena complicada: pesa la sombra de la banda sonora del ‘86, tanto o más exitosa que aquella cinta, tatuada en el imaginario popular gracias a hits como Take My Breath Away (que todavía se escucha religiosamente en emisoras retro, confirmarán oyentes de Aspen). La emotiva canción de Gaga se titula Hold My Hand, e hizo que a Cruise se le piantara un lagrimón ¿Estará recordando al pobre Goose, que en paz descanse, o a la injustamente jubilada Kelly “Charlie” McGillis, viejo interés romántico?

Phoebe Bridgers

Hablando de soundtracks, la indie folk-rocker Phoebe Bridgers sacó una canción original, primera tras el aclamado repertorio de Punisher, álbum de 2020. Sidelines, la pieza en cuestión, está escrita para la adaptación a tevé (o plataforma, más bien: Hulu) de la novela Conversaciones entre amigos, bestseller de la autora irlandesa Sally Rooney. “I’m not afraid of anything at all/ Not dying in a fire not being broke again”, entona en clave intimista una temeraria Bridgers, aunque se arrepiente. “Til you came into my life/ Gave me something to lose”, recula posflechazo, con el cuore tomado.

Empress Of

En llamas. “Un tema trepidante sobre la dependencia sexual que desprende sucio erotismo que, por inaudito que parezca en estos tiempos, nunca cae en lo vulgar”, son las justas palabras de cierta crítica especializada sobre Save Me, sugerente, dramática y envolvente entrega synthpop de Empress Of (nom de plume de Lorely Rodríguez, estadounidense de raíces hondureñas). Una composición que habla “de la urgencia sexual y los juegos de poder”, confiesa ella, en los confines de la cama o donde sea.

Lisasinson

A liarla parda. “Nunca serás mi amor, lo digo de corazón”, son rotundas las Lisasinson en su nuevo single, No sé muy bien. “Nos flipa el ruido, las distorsiones y los ritmos rápidos, pero también la parte naïf del pop”, dejaban claro hace un tiempito las valencianas Miriam Ferrero (voz y guitarra) y Paula Barberán (bajo y voz), hacedoras de un “punkie pop para tu corazón mutante” que hace olas en el indie español y que, sí, debe su nombre a la contestataria chicuela Simpson.

The Waeve

Dos potencias se saludan. La inglesa Rose Elinor Dougall (ex Pipettes) se ha asociado con Graham Coxon (ex Blur) para formar The Waeve, y ya han sacado un sencillo la mar de vibrante, Something Pretty. Viola eléctrica y caja de ritmos ofician de base para plantar mensaje de desconexión. “Unplug the radio/ Unplug the TV/ Unplug the internet/ And while you’re there unplug me”, corta amarras la dupla en una canción que cumple la promesa de “crear un universo sonoro inesperado”, según manifestaron vía comunicado.

DOMi y JD Beck

El hype es real. Dos que siguen congeniando, además de mostrar una madurez musical inaudita, son la tecladista francesa DOMi y el baterista texano JD Beck, tenidos por prodigios del new jazz con sus 22 y 19 años, respectivamente. En SMiLE, último single, intentan animar a un profesor cascarrabias, imaginaria leyenda del jazz de 100 años que ya no escucha. Se prestó al rol ni más ni menos que la antiestrella canadiense, de culto Mac DeMarco, que acaba sonriendo en el clip tras recibir el regalo perfecto: un par de orejas nuevas.

Lizzo

Santo remedio. Lleva unas semanas en danza viralizada pero, por si alguien aún no se enteró, se impone avisar que Lizzo, diva pluscuamperfecta, publicó About Damn Time. Esperado anticipo de su cuarto álbum (Special, programado para el 15 de julio), es la primera canción que comparte en este 2022, fusión de hip-hop, pop y funk que, como ella pretendía, alcanza estatus de: pura dinamita. Oda a pasársela pipa echando unos pasos, aquí la artista con el toque de Midas invita a celebrar, logrando –en el clip- que hasta las oficinas más anodinas devengan discoteca tecnicolor al son de esta entrega. “Una cura para el estrés”, postula la artífice del explosivo disco Cuz I Love You, que recientemente probó que también tiene pasta de actriz/comediante como anfitriona de Saturday Night Live.

Florence and the Machine

Otra que ha levantado una Dance Fever, fiebre de baile, es la inglesa Florence Welch, líder de Florence and the Machine, que así ha bautizado a su flamante álbum (sale hoy día). “Un cuento de hadas en 14 temas”, a decir de la siempre singular, consistente hechicera de pop barroco que, a modo de adelanto, entregó el edificante Free, videoclip incluido. El actor Bill Nighy interpreta a… la ansiedad, pisándole los talones a una Welch que solo le escapa cuando se suelta el pelo y danza sin prejuicios.

Lykke Li

Y además… El lamento con aires country de Angel Olsen en Big Time, que da título a su siguiente LP y llega tras unos años duros, de pérdida y autoconocimiento. La canadiense Carly Rae Jepsen se sacude el glitter dance-pop y, más sosegada, inaugura nueva etapa con Western Wind, homenaje a los vientos californianos. La sueca Lykke Li estrena Highway To Your Heart balada que juega a la sutileza pero esconde complejidad, conforme observa la periodista musical Beatriz Aranda en Babelia: “A un arranque brumoso de aires IDM se van añadiendo capas y melodías de órganos, en un viaje espiritual por la derrota, para dejar claro que el vértigo aquí es la ausencia y no la ruptura romántica”.