El príncipe heredero de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed, fue oficializado como presidente de Emiratos Árabes Unidos (EAU), en reemplazo de su hermanastro, Jalifa bin Zayed Al-Nahyan, quien murió este viernes.

Según informó la agencia oficial de noticias WAM, Mohamed bin Zayed, de 61 años y conocido por sus iniciales MBZ, “fue elegido por unanimidad” por los integrantes del Consejo supremo de la federación de Emiratos.

Si bien su cargo fue oficializado este sábado, MBZ ya dirigía los destinos políticos del país luego de que su hermano sufriera un derrame cerebral en enero de 2014. Ante su reconocimiento, el príncipe heredero “agradeció" a los jeques del Consejo “su confianza”.

MBZ es el tercer hijo del jeque Zayed bin Sultan Al-Nahyan, primer presidente y padre fundador de la federación de los Emiratos, que reúne a siete emiratos.

Por la muerte de Jalifa bin Zayed Al-Nahyan, de 73 años, las autoridades decretaron "un duelo oficial y las banderas a media asta" por un periodo de 40 días, junto con la suspensión de trabajos en el sector público y privado durante los primeros tres días.

La revista Forbes ubicó al Jalifa Al Nahyan en el puesto 43º del ranking de las personas más poderosas del mundo. Según la revista económica, controlaba 97.800 millones de barriles de petróleo de reservas y estaba a cargo de uno de los mayores fondos soberanos de riqueza, valuado en 830.000 millones de dólares.

La forma de gobierno de los EAU es una monarquía federal. Geográficamente, está ubicado en la península de Arabia y se conformado por siete emiratos: Abu Dabi, Dubái, Ras al-Jaima, Ajmán, Fuyaira, Umm al-Qaywayn y Sarja. Cada uno de esos estados es gobernado por un emir, que trabaja en sintonía con el Gobierno central.

Aliado de Arabia Saudita y Estados Unidos, los Emiratos de MBZ fueron el primer país del Golfo en normalizar sus relaciones con Israel en 2020.

MBZ también contribuyó con el envío de tropas a Yemen en 2015, dentro de una coalición liderada por Arabia Saudita contra el movimiento rebelde chiita de los hutíes y es considerado especialmente hostil a los levantamientos populares de la Primavera Árabe de 2011.

Abu Dabi posee el 90% de las reservas de petróleo de los Emiratos.

Las ONG de derechos humanos tratan de visibilizar los atropellos a los derechos humanos y critican regularmente las malas condiciones laborales de muchos trabajadores inmigrantes, tanto en los Emiratos como en otros países del Golfo.