Las criptomonedas continúan registrando una importante volatilidad. La cotización del bitcoin bajó este miércoles más del 3 por ciento para ubicarse en torno de los 29 mil dólares. Se trata de una cifra que es menos de la mitad del valor que tenía esta moneda digital a finales de 2021. En noviembre pasado había llegado a cotizar por encima de los 65 mil dólares.

Los interrogantes de los inversores respecto de las criptomonedas y su precio se explican principalmente en los cambios en las condiciones financieras internacionales. Hasta el momento las criptomonedas habían aprovechado una época de liquidez extraordinaria a nivel global.

La suba de la tasa de interés de Estados Unidos -que se estima continuará avanzando durante este año y posiblemente el próximo para acercarse a niveles cercanos al 4 o 5 por ciento- encarece el costo del financiamiento en moneda dura y le resta incentivos a realizar inversiones en esta clase de proyectos en los que la rentabilidad futura es incierta.

Terra Luna

Este nuevo escenario financiero internacional se combina además con otro golpe de efecto que recibieron las monedas digitales en las últimas semanas. El temblor lo profundizó la caída de una de las principales criptomonedas estables (stablecoins) del ecosistema. Se trata de Terra Luna y Terra USD, proyecto que en pocos meses había superado los 40 mil millones de dólares en capitalización y que en menos de tres semanas se esfumaron casi por completo.

Principalmente las monedas del tipo stablecoin buscan mantener el valor de algún activo del mundo real. Por ejemplo, Terra USD aseguraba que iba a poder sostener un precio equivalente al del dólar norteamericano, con lo cual cada una de las Terra USD debía poder cambiarse por 1 dólar.

Durante el año pasado esto funcionó correctamente y el proyecto fue creciendo con cada vez más participantes demandando la moneda e incluso utilizándola para realizar inversiones. Existían propuestas para depositar algo similar a un plazo fijo en Terra USD que rendía 20 por ciento en dólares por año, una tasa de rentabilidad que casi triplicaba a la inflación de Estados Unidos.

Pero el último mes la moneda estable de Terra sufrió un ataque especulativo que provocó la caída de la paridad contra el dólar. Cada Terra USD en lugar de cambiarse por 1 dólar pasó a costar 10 centavos de dólares. Es decir que perdió el 90 por ciento de su valor en semanas.

En este ataque especulativo en el que se usaron derivados financieros participaron grandes fondos de inversión, entre los que estaría Blackrock, el gestor de fondos más grande del mundo. Se estima que la quiebra de Terra le habría reportado a este fondo de inversión ganancias por más de 1000 millones de dólares (gracias a sus colocaciones en corto).

Stablecoins

En términos generales existen tres formas de respaldar una criptomoneda del tipo stablecoin. La primera como era el caso de Terra es con algoritmos que generaban incentivos para que el valor de un Terra USD vuelva a ubicarse cerca de 1 cada vez que aumentaba o bajaba de ese precio. 

Los algoritmos funcionaron bien en períodos de estabilidad pero no lograron resistir la corrida de ventas que se desató durante mayo y la llevó a la quiebra.

La otra forma de generar una stablecoin asociada al dólar es con un respaldo directo del activo real. Por ejemplo es el caso de Tether, que asegura tener por cada moneda digital emitida 1 dólar billete (o bonos del Tesoro norteamericano equivalente) para garantizar su precio. En los últimos días hubo un ataque especulativo contra este proyecto, el precio de la moneda bajó a 95 centavos de dólar pero resistió para volver a niveles cercanos a 1 dólar.

En el universo de las criptomoneda se considera que una hipotética caída del dólar Tether podría implicar un punto de quiebre sin retorno para el resto de las criptomonedas, incluidas el bitcoin y ethereum.