Natasha denunció en enero el abuso que sufrieron sus hijas de 7 y 11 años por parte de su padre. Para lograr que él, hoy, a cuatro meses de la acusación esté detenido, debió exponer su caso en los medios de comunicación pero antes pasó por un sin fin de vulneraciones y violencia institucional. Es por estas violencias que, junto a su padre y abuelo de las nenas, creó la página en Facebook “ASÍ No Catamarca” para poder ayudar a otras familias a conocer sobre sus derechos al momento de ingresar al sistema judicial por la denuncia.

La violencia institucional contra las mujeres es definida por la Ley 26485 de erradicación de violencia contras mujeres como “aquella realizada por las/los funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan los derechos previstos en esta norma”. Natasha lo sabe y busca que otras madres o familias cuyos niños fueron abusados sexualmente no vean sus derechos vulnerados y además conozcan cuáles son.

“La idea surgió entre mi papá y yo de generar un espacio. Hay muchas organizaciones que encontré desde el primer día que empecé buscar quién me acompañe, pero no hay una que se dedique al abuso sexual exclusivamente. Buscamos que la gente aprenda que no hay que tener vergüenza, sino que es un tema que hay que visibilizar, no es tabú”, explicó.

“Gracias a la apertura de los medios para visibilizar mi caso, muchas familias que sufren y luchan se acercaron. Son muchísimas las que hasta el momento y aunque pasaron años no consiguen una imputación”, aclaró la mujer.

En este contexto, se refirió a lo que ella visualiza como una injusticia y es que al denunciado se le ofrezca un abogado de oficio “mientras las víctima tenemos que pagarlo”. En este contexto, explicó que existen asociaciones como la Fundación de Estudios de Género que ofrecen asesoramiento, pero es sólo para aquellas personas que no tienen un trabajo estable.

Además, mencionó que la “injusticia” en estos casos alcanza, por ejemplo, a aquellas madres que quieren pelear por una cuota alimentaria, pero para esto sí o sí deben contar con una Negativa de Anses, si no deben abonar un abogado, aunque el sueldo en blanco que cobren no alcance para esto.

Algunas estamos con psicólogos, psiquiatras y otros gastos que acarrean estas situaciones. Además la situación económica nacional no está bien y ellos tienen el privilegio de tener defensor. Lamentablemente, cuando no podes tener un abogado y aunque ellos te digan que la fiscalía es quien vela por tus derechos esto no es así”, dijo.

Natasha, recordó que para poder hablar y “conocerle la cara” a la fiscala que tenía su causa tuvo que marchar y pedir una audiencia con el Fiscal General. “Te atienden de mala gana si vas sin abogado, ni siquiera lo hace el secretario sólo la persona que está en mesa de entradas y no te responden, te tratan mal y te dicen que vuelvas después”, señaló.

“Entiendo que la fiscal tiene que investigar, pero yo también quiero aportar y saber. No puede ser que lo detengan y no nos avisan a las partes. Me enteré cuando eso pasó porque los vecinos me avisaron. Esa parte humanitaria deberían tenerla, aunque entiendo que no está establecido, al menos para que mis hijos puedan salir a la calle sin miedo sabiendo que está preso, pero ellos no avisan”, dijo.

“Las personas tienen que saber que en el caso de ser las víctimas ellas son la querella en la causa y pueden y les deben dar información de lo que está pasando”.

En este contexto, mencionó un nuevo hecho en donde sus derechos fueron vulnerados al que catalogó como “paradójico”. Mi hija recordó otros cosas más graves, eso fue a las siete de la tarde y yo a las ocho estaba en la Unidad Judicial de Violencia de Género que se supone que ahí están los más capacitados, pero me atendió justo el mismo sumariante que la primera vez, el que me preguntó cómo estaba vestida mi hija de 11 años. Me recordó y me dijo que por qué lo había criticado y no me quiso tomar la denuncia, me dijo que espere y yo no podía ni debía esperar”, contó.

Natasha, explicó que aquella vez que habló públicamente del maltrato y de la falta de perspectiva en esa unidad judicial nunca dijo nombres. Sin embargo, cuando quiso amplair la denuncia la violentaron diciéndole que la sumariante que tenía su causa no estaba y no sabían cuándo iría. Ella insistió conociendo sus derechos y “me tomaron de mala gana la denuncia pero lo hicieron”.

“Yo sé que cualquier sumariante la puede tomar. Les molesta que uno vaya sabiendo ellos quieren que uno sea ignorante. Tuve que enfrentarme otra vez con la violencia institucional. Entiendo que tengo que bancarme lo que ellos me plantean. Entiendo que no hay suficientes sumariantes, entiendo la falta edilicia, la sobrecarga horaria, pero ellos también tienen que entender y tener empatía”, aseguró.

En este contexto, dijo que las faltas son muchas. “Estuve averiguando y Catamarca no tiene un protocolo de abuso formal. Hay uno nacional pero tampoco se cumple. No hay uno interdisciplinario que acompañe a la víctima o a los niños. Ellos le llaman protocolo solo al examen ginecológico y eso no es interdisciplinario. Es una cuestión pendiente y siempre lo quieren aplicar o intentan pero el tema es que no existe. Y esto es lo que quiero visibilizar, y preguntar por qué no hay, qué es lo que falta, se trata de presupuesto, de ganas”, se preguntó.

Los números de abuso son muy altos. A las víctimas les da vergüenza exponerlo. A mí me da pudor, no por el abuso sino por lo que dice la gente. No todos van a apoyar. Es por eso que creamos la página para focalizar un solo tema y poder darles una mano a todas las familias siempre y cuando ya hayan hecho denuncia. La página no es para escrachar sino para asesorar y acompañar y que  las denuncias sean tratadas con respeto, en el marco de las normas y con mayor celeridad”, concluyó.