De larga trayectoria, Germán Palacios regresa a la televisión argentina tras haber protagonizado Cromo, la serie surgida de los concursos de fomento estatal a la ficción producida y dirigida por Lucía Puenzo. “Si bien era una producción independiente, de la familia Puenzo, fue una producción importante, porque tuvimos que viajar desde la Antártida a los Esteros del Iberá. En este caso, en La fragilidad... hay una estructura mayor, con varios productores asociados”, subraya. Sin embargo, el actor admite que el tipo de producción no incide en absoluto en la manera de encarar su trabajo. “A la hora de elegir ser parte de un proyecto –cuenta– juega la trama y con quién vas a trabajar, quién es el director, los compañeros actores. En mi caso, la trama tiene un valor superlativo, el rol que te toca, la investigación que uno puede hacer, o lo que uno cree que puede aportar o que el proyecto pueda aportarle a uno”. Uno de los aspectos que Palacios rescata con mayor énfasis de La fragilidad..., y que también lo acompañó en Cromo, es que se trata de ficciones televisivas que se graban íntegramente antes de que se emitan. “Son formatos muy cómodos, porque no estás pendiente del rating. Es como filmar una película un poco más larga y que se reparte en episodios. No hay presiones, no hay grandes virajes en el transcurso del rodaje. Las ficciones grabadas integralmente antes de que se emitan al aire nos permiten hacer un trabajo más sólido y más firme”, puntualiza el actor.