La titular del Centro Regional de Hemoterapia (CRH) de la provincia, Betina Saracino, presentó su renuncia al cargo ayer ante el ministro de Salud, Juan José Esteban. La disposición se hará efectiva desde el próximo 16 de junio, cuando concluye la licencia solicitada por la médica.

Ayer se viralizaron audios editados de la titular del Centro en los que se desprendía que "habría almacenado plasma de convalecientes de Covid-19 en su propia casa", según lo publicado por el sitio Buffo.

Desde los audios, la publicación indica que se necesitaban, "6 plaquetas para la (Clínica) Urkupiña y 9 para el CENESA", siendo este último lugar donde funciona una empresa de la cual Saracino es parte y por lo cual fue imputada "en una causa aún abierta", indica el sitio de Internet.

También se escuchó que se debía buscar el plasma en su casa, y se la escucha indicar que no se podía hablar de la falta de insumos porque "vamos a terminar incendiados". En el reporte se recordó que existe un informe del Ministerio Público Fiscal en el que señaló que "entre el 1º de agosto y el 6 de octubre del 2020, el Centro Regional de Hemoterapia envió 36 unidades de plasma convaleciente Covid a la empresa vinculada a la funcionaria".

Al ser consultada por Salta/12, la profesional envió la resolución de su sobreseimiento sobre la incompatibilidad de funciones, disposición que fue notificada el 14 de febrero pasado.

Frente a la nueva información, sumada a las denuncias por violencia laboral que generó revuelo en los últimos dos meses, entendió que era necesario dar un paso al costado y volver a su cargo base en el Hospital Arturo Oñativia "en donde estoy desde hace 25 años".

Al responder por la presunta irregularidad en el manejo del plasma, sostuvo que la "sangre es un producto biológico y se debe mantener la trazabilidad" una vez que se obtiene.

El freezer en su casa

La médica indicó que existe el retiro por parte del laboratorio de hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), encuadrado en un convenio que se firmó hace 10 años con la provincia y que se destina a la producción de medicamentos. Esto, sostuvo, no solo sucede en Salta, sino en todo el país, además de que se realiza el mismo procedimiento en Chile, Paraguay, Bolivia y Uruguay.

"Hay un protocolo muy estricto de mantenerlos a menos de 40 °C", explicó Saracino al sostener que entre enero y febrero se rompió un freezer del CRH. Ante ello, "o tirábamos toda la producción o buscábamos donde refrigerarlos". Fue entonces que se recurrió al Hospital Papa Francisco en donde se pudo conservar parte de los hemoderivados pero como ese lugar no alcanzaba, "ofrecí un freezer que estaba en mi casa". Tras una revisión, indicó que se dispuso el plasma en su domicilio y fue retirado desde allí a la semana. "Eso quedó registrado y mantuvo la trazabilidad", del insumo. Pese a los registros, entendió que en las acusaciones realizadas hubo "mala intención".

"Hoy (por ayer) fui a hablar con el ministro porque en estas condiciones no quiero seguir. Además que no siento el apoyo que debería", dijo la especialista.

En cuanto a la falta de insumos, sostuvo que esto aconteció durante la situación más crítica de la pandemia dado que no había equipos suficientes para tratar el plasma de personas que se habían contagiado y decidían donar su sangre. "Pero la realidad es que nunca se llegó a no realizar el procedimiento", dijo.